Rey taifa de Sevilla (1069-1090). Hijo y sucesor de Al-Mutadid. Amplió su reino con la conquista de Córdoba y la taifa de Murcia (1078), pero hubo de pagar tributos a Alfonso VI de Castilla y a Ramón Berenguer II de Barcelona. Sintiéndose amenazado por Castilla después de la conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) y siguiendo los consejos de su favorito Ibn Ammar, decidió pedir auxilio a los almorávides, a los que ayudó a derrotar a los cristianos en Zalaca (1086). Sin embargo, fue depuesto por Yusuf ibn Tashfin y desterrado a África, donde murió. Al-Mutamid fue un notable poeta y, durante su reinado, la cultura floreció en Sevilla
(Abu-l-Tayyib Ahmad ibn Husayn, llamado Al-Mutanabbi; Kufa, 915-Badgad, 965) Poeta árabe. Su apodo Al-Mutanabbi, que significa «el que se las da de profeta», se debe a que, al parecer, en su juventud encabezó una rebelión de tendencias cármatas, por lo que pasó algún tiempo encarcelado. El resto de su vida transcurrió dentro de la ortodoxia, dedicado a la poesía panegírica en la que destacó gracias a su completo dominio de la lengua árabe y a las innovaciones que introdujo en el esquema clásico de la casida. Fue «poeta oficial» en la corte de Sayf al-Dawla, de donde pasó a Egipto y luego a Mesopotamia y Persia. Murió asesinado por unos bandidos que le sorprendieron cuando viajaba a Bagdag