Escultor italiano documentado entre 1419 y 1451. Hacia 1420 trabajó como ayudante de Donatello en el campanile de Florencia. Se le atribuye el Juicio de Salomón del palacio ducal de Venecia
(Store Fröen, 1861 - Lysaker, 1930) Naturalista noruego que exploró el ártico. Si bien la mayoría de los predecesores de Nansen había realizado algunas aproximaciones a las regiones árticas en la estación estival al considerar insoportables las condiciones invernales, la invernada de William E. Parry entre 1819 y 1820 supuso un paso determinante. Nansen tuvo muy en cuenta esta experiencia junto a otras grandes aportaciones exploratorias cuando, en 1888, emprendió su propia aventura al Ártico.
Ese año, Nansen realizó su primera expedición viajando de este a oeste a través de Groenlandia, territorio cuya condición insular se ignoraba. Más tarde volvió a Groenlandia y exploró la zona comprendida entre Umivik y el fiordo de Ameralik, localizado unos kilómetros al sur de Godthaab, la capital groenlandesa. Sin embargo, estas expediciones no eran sino un duro ejercicio de preparación para la gran empresa de conquistar el polo Norte y hallar el paso del Noroeste
Después de publicar el libro A través de Groenlandia en 1891, Nansen dedicó todas sus energías a la organización de la expedición destinada a conquistar el polo Norte. El explorador noruego trazó un plan muy audaz cuyo sustento era aprovechar la deriva de los hielos para alcanzar su objetivo. Para ello diseñó un barco, el Fram, capaz de "navegar" sobre los bloques de hielo polares y derivar con ellos hacia el punto polar.
A bordo de su bien equipada nave partió en 1893 a una aventura que duraría casi tres años. Penetró en el océano Ártico y llegó al archipiélago ruso de Nueva Siberia, rodeado por los mares de Laptev y Siberia Oriental. Desde aquí se dejó llevar por un enorme banco de hielo que derivaba hacia el noroeste hasta alcanzar los 84º 4´ de latitud. En este punto, Nansen en compañía de Johansen acampó para pasar la larga noche polar. Al cabo de ella, continuó su viaje al extremo boreal en trineo desafiando muy duras condiciones. Sufriendo grandes penurias, Nansen llegó hasta los 86º 12´, latitud que nadie antes que él había alcanzado.
Pero sus fuerzas y las de Johansen estaban exhaustas y las posibilidades de recorrer los menos de cuatro grados que quedaban para alcanzar el polo eran nulas. De este modo, con su sueño casi al alcance de la mano, Nansen se vio obligado a renunciar a él y emprender el regreso. Marchó durante varias y muy penosas jornadas hacia el archipiélago Tierra de Francisco José, mientras el Fram había reemprendido su viaje en dirección noroeste primero y después hacia el sur hasta arribar al puerto noruego de Tromso, frente a la isla de Kvaloy.
El relato de la extraordinaria aventura que lo llevó al umbral del polo Norte quedó plasmado en el libro Hacia el polo. La capacidad de Nansen para soportar los rigores del Ártico y su sensibilidad por las causas científicas y las empresas humanitarias le merecieron el premio Nobel de la Paz de 1922