Narrador estadounidense. Con su contemporáneo Stephen Crana es el iniciador del "naturalismo" en la literatura narrativa norteamericana. De estirpe anglosajona, Frank Norris fue hijo de un rico comerciante de joyas al por mayor. Desde su niñez, su madre le había inspirado entusiasmo por Scott, Dickens y Stevenson, y esta admiración fue decisiva en su carrera.
En San Francisco, a donde la familia se había trasladado cuando él tenía quince años, y después en París, estudió pintura. En la capital francesa asistió al Instituto Artístico de París, en la época de Zola y de Maupassant, cuya existencia ignoraba. El futuro "naturalista" se sumergió en los estudios de J. Froissart, de la Chanson de Roland y de la Edad Media. Su medievalismo asumió forma literaria, cuando tenía diecinueve años, en Yvernelle, romance caballeresco en verso.
Vuelto a América, pasó cuatro años como joven rico y negligente, si bien cursó estudios de literatura en la Universidad de California. Habiendo leído allí las obras de Zola (cuyo determinismo interpretó no como una teoría científica y filosófica, sino como un elemento puramente dramático), se dio cuenta de que la romántica sed de lo inmenso, extraordinario, fantástico y grotesco, podía apagarse en lo cotidiano del mundo moderno; y las sagas escandinavas le impulsaron por este ya adelantado gusto de los dramas "épicos", cuyos verdaderos protagonistas no eran los hombres, sino "fuerzas" impersonales e inhumanas.
Estos dramas, que él consideraba que se podían encontrar "en el salón del que vive frente a nosotros", constituyeron para él la verdad detrás de aquellas prosaicas apariencias celebradas por el gran portavoz del "realismo" americano, W. D. Howells; y la revelación de esta verdad le pareció la "raison d´être" del novelista. Otro año de lecturas y de escritos en Harvard dio lugar a sus primeras novelas, McTeague (inédita hasta 1899) y Vandover y el bruto (1914); bastas pero poderosas obras que hacen pensar en Zola y estudian, en dos casos diferentes, el fenómeno de un atávico retorno a la bestialidad.
Después de un periplo por África, durante el cual asistió a la rebelión de los boers, Frank Norris se convirtió en periodista en San Francisco, y después en lector de una editorial de Nueva York. Fue él quien, en el desempeño de este último cargo, descubrió Hermana Carrie de Th. Dreiser. De su obra de este período se desprende su obsesión por las ideas de la energía primaria, de la fuerza bruta, del vigor físico animal y acerebral, que pronto habían de ser plenamente explotadas por Jack London. Después, de golpe, concibió el proyecto de una "saga" americana, La epopeya del trigo, en la que vertería la sustancia íntegra de su imaginación.
De tal proyecto derivó, en 1901, El pulpo, novela en la que los impersonales protagonistas fueron el grano y los trenes; y en 1903, El pozo, una continuación de calidad inferior que estudiaba el destino del grano en el mercado de cereales de Chicago. La obra había de ser una trilogía; pero el proyectado tercer volumen, El lobo quedó en proyecto cuando, a los treinta y dos años, murió Frank Norris después de una operación de apendicitis
(Cambridge, 1897 - 1978) Químico británico. En 1967 compartió el Premio Nobel de Química con Manfred Eigen y George Porter por sus estudios de reacciones químicas extremadamente rápidas mediante perturbaciones del equilibrio provocadas por pulsos de energía muy cortos
Su padre era un joven farmacéutico cuando se instaló en Cambridge para el resto de su vida. Allí nació Ronald Norrish y cursó sus estudios primarios y secundarios. En 1915 obtuvo una beca para ingresar en la Universidad de Cambridge, pero tuvo que interrumpir sus estudios en 1916 y marchar con el ejército a Francia. Fue hecho prisionero de guerra en marzo de 1918 y pasó el resto de la Primera Guerra Mundial en Rastatt (Alemania) y Graudenz (Polonia).
En 1919 fue repatriado y volvió a la Universidad de Cambridge, donde realizó toda su carrera. En 1924 se doctoró. Sus primeros trabajos de investigación fueron inspirados por Enric Redeal, quien le condujo hacia el estudio de la fotoquímica. Ocupó la cátedra de química física desde 1937, tras el fallecimiento de T. M. Lowry, hasta que se retiró en 1965 como Profesor Emérito de Química Física. Durante todo ese tiempo tuvo la fortuna de dirigir a estudiantes sobresalientes con los que pudo llevar a cabo un amplio rango de investigaciones en las áreas de la fotoquímica y de la cinética de reacciones, incluyendo la combustión y la polimerización.
En esa época se produjo un gran desarrollo de la fotoquímica y de la espectroscopia aplicada a la cinética química, campos en los que su laboratorio estaba implicado directamente. Desafortunadamente, este proceso sufrió una interrupción en 1940 debido a la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra siguió impartiendo clases, dirigiendo el Departamento de Química Física y desarrollando proyectos de investigación relacionados con varios ministerios junto colegas suyos de varios comités gubernamentales
Tras la guerra (1945) retomó su trabajo de investigación con el propósito de observar los intermedios de vida corta de las reacciones químicas. Junto a su estudiante George Porter desarrolló la Fotólisis de Flash y la espectroscopia cinética, técnicas que han tenido una influencia considerable en el campo de la fotoquímica y la cinética de reacciones. Al parecer, esta técnica se inspiró en sus trabajos durante la guerra sobre la supresión del fogonazo de las armas de fuego y el desarrollo de materiales incendiarios.
Mediante la variación del tiempo de retardo entre dos pulsos de energía, fueron capaces de estudiar la cinética de la reacción y el decaimiento de los radicales o iones de vida muy corta. Estas técnicas también las aplicaron al estudio de las reacciones en cadena. Estos pioneros en el estudio de la cinética de reacciones de polimerización descubrieron el efecto gel, que tiene lugar en los últimos estadios de las reacciones de polimerización por radicales libres