Poeta español. Estudió en Toledo y Madrid, intervino en la política de su tiempo y fue cronista de la campaña de África (1859-60), como Alarcón. Del partido de Sagasta, desempeñó cargos políticos, entre otros el de gobernador de Barcelona (1868) y el de ministro de Ultramar.
Como escritor fue autor dramático y poeta lírico. En colaboración con Antonio Hurtado compuso dramas mediocres tales como El laurel de Zubia, Herir en la sombra y La jota aragonesa. Otros le pertenecen por completo: Deudas de la honra, Quien debe, paga, Justicia providencial y El haz de leña (1872). De todos ellos sólo este último es digno de salvarse del olvido. El tema de esta obra es la prisión y muerte del príncipe Carlos, hijo de Felipe II. En la interpretación del episodio, Núñez de Arce se apartó de Schiller, Alfieri y Quintana y se atuvo a una versión más fiel, al parecer, a la verdad histórica, por lo que eliminó la supuesta pasión amorosa del príncipe por la reina.
Con todo, sus mejores ensayos dramáticos palidecen ante sus poesías líricas, en las que abundan las descripciones, los temas religiosos, morales y políticos, los asuntos histórico-literarios. En 1875 publicó un tomo de poesías titulado Gritos del combate en el que recogió su producción de 1868 a 1874; el desencanto de la política extremista, los excesos del libertinaje tan típicos de las revoluciones españolas, el ansia de orden, de paz, de libertad, el cansancio y el escepticismo del alma, constituyen las ideas fundamentales desarrolladas en estas composiciones cuya más notable característica es el cuidado de la forma, la fluidez expresiva, la elocuencia a veces ampulosa y vacua, todo ello con caldas al prosaísmo y la obviedad.
La duda se titula una de las poesías del volumen, y éste fue uno de los tópicos de nuestro autor. Raimundo Lulio es un poema simbólico en tercetos dantescos, cuyo tema son las pasiones y arrepentimiento del beato mallorquín; La selva oscura (1879) es una imitación de la Divina Comedia; La última lamentación de Lord Byron (1879), canto puesto en boca del poeta inglés, en bien cortadas octavas, está lleno de tópicos literarios, mitológicos, filosóficos y políticos; El vértigo, es una leyenda moral-descriptiva, escrita en décimas impecables; en La visión de fray Martín, el poeta presenta a Lutero conmovido por la duda; la Elegía a Alejandro Herculano está dedicada a los portugueses y a sus pasadas glorias, con motivo de la muerte del historiador y poeta luso; en Maruja (1886), se exalta el amor conyugal y los sentimientos caritativos; La pesca (1884) viene a ser un cuento de costumbres marinas.
Núñez de Arce es un valor de época; como poeta es desigual, pero no se le puede negar un notable virtuosismo formal. Su obra juzgada en conjunto ofrece más calidad que la de su contemporáneo Campoamor, con el que tiene, no obstante, muchas semejanzas, sobre todo en su aspecto de expositor en verso de lugares comunes filosoficomorales
(Madrid, 1886-París, 1951) Político e historiador español. Militante del PSOE, participó en la fundación del Partido Comunista Obrero Español (1921). Durante la República fue inspector general de Enseñanza. Exiliado en 1939, fue encarcelado por los nazis (1942-1944). Escribió Notas sobre el movimiento obrero español (1916) y Don Ramón de la Sagra, reformador social (1924)