Religioso jerónimo español. Se graduó in utroque en la Universidad de Perusa, donde se hizo amigo del que más tarde sería papa con el nombre de Martín V. Trabajó junto a Benedicto XIII en Aviñón, con función de jurisperito y, más tarde, como diplomático al servicio de Fernando I de Aragón, quien lo envió a otros tantos destinos a lo largo de la geografía italiana.
En 1400, ingresó en el monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, perteneciente a su orden; desde allí, fue ascendiendo en el escalafón de los jerónimos hasta llegar a general de la misma. No duró demasiado en el cargo debido a su pretensión de imponer una regla revisada que había extraído del mismo San Jerónimo; por ese motivo, se granjeó tantos partidarios como detractores y llevó a una división en la que le correspondió el gobierno de la Congregación de la Observancia (también llamada Familia de fray Lope de Olmedo), nacida en 1428 con la autorización de Martín V
Más tarde, se hizo cargo del monasterio de San Isidoro o Isidro del Campo de Santiponce (Sevilla), desde el que acometió su ansiada reforma (los emanados de ese cenobio eran conocidos con los nombres arriba indicados o con el de isidros).
Finalmente, se retiró a Roma dejando en España un total de siete monasterios (además del de Santiponce, los de Tendilla, Écija, Carmona, Sanlúcar de Barrameda, Jaén y Sanlúcar la Mayor) de su congregación que, en 1567, volverían a unirse a los de la antigua observancia; en Italia, aún consiguió fundar otros veinte monasterios que guardaron su observancia hasta 1846
Como escritor, es autor de la regla, estatutos y ordinarios de su congregación, además de una Vida de San Jerónimo y varios tratados y recopilaciones de dichos de santos y leyendas hagiográficas
(Bérgamo, 1931) Director de cine italiano. Nacido en el seno de una modesta familia de recios principios católicos, donde la precariedad económica era frecuente, a los quince años abandonó los estudios para trabajar en una fábrica de Milán. El sueldo que le proporcionaba dicho empleo estable era fundamental para el mantenimiento del núcleo familiar, puesto que el padre, obrero ferroviario, había fallecido durante la Segunda Guerra Mundial, teniendo la madre que empezar a trabajar en las fábricas Edison.
Ermanno Olmi
Sin embargo, en sus horas libres, Ermanno Olmi realizó cursos de declamación en la Academia de Arte Dramático de Milán, al tiempo que practicaba el teatro como aficionado y la fotografía. Estas inquietudes acabaron teniendo una salida profesional a través de Servizio Cinema, una sociedad creada por las fábricas Edison para la realización de documentales sobre el desarrollo de la industria italiana.
Olmi rodó así entre 1953 y 1961 numerosos cortometrajes sobre canteras alpinas, construcción de pantanos o tendidos de líneas eléctricas, lo cual le permitió experimentar con técnicas de laboratorio fotográfico y nuevas tecnologías cinematográficas. Durante esa época rodó además algunos cortometrajes de ficción como Grigio, en el que su amigo Pier Paolo Pasolini ejerció de coguionista
Su debut en el largometraje se produjo con El tiempo se ha parado, a la que siguió El empleo, que entroncaba con una derivación de la corriente neorrealista que tantos éxitos internacionales le había reportado al cine italiano. Este relato sobre la búsqueda de un empleo por parte de dos jóvenes supuso el primer éxito internacional de Olmi, y el comienzo de una línea de reflexión sobre los problemas que aquejaban al ciudadano de a pie ante la indiferencia de las autoridades. En esa misma dirección se insertaba Novios, donde ahonda en la soledad de un campesino forzado a convertirse en obrero de una industria como consecuencia de una grave crisis.
La tristeza que surgía de los temas tratados dejaba, no obstante, un resquicio para ocasionales momentos cómicos que Ermanno Olmi fue progresivamente eliminando de sus películas y sustituyéndolos por un profundo sentimiento cristiano, que le llevaron, incluso, a rodar un retrato humano del Papa Juan XXIII y numerosas películas con fuerte contenido católico. Ése fue precisamente uno de los motivos por el que suscitó la polémica con El árbol de los zuecos, su película más famosa y con la que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Los intelectuales Alberto Moravia y Ferdinando Camon llegaron a calificarla de ofensiva, pero esa polémica contribuyó a llevar más gente al cine para contemplar una hermosa película que se encuentra entre las obras maestras del cine italiano de los setenta.
En esa línea cristiana prosiguió con Persiguiendo una estrella, que cerró la primera etapa de su filmografía, y donde se relata la historia de los Reyes Magos para reflexionar sobre el papel de la religión católica en el mundo contemporáneo. Rodada con un reducido presupuesto y con actores poco conocidos, tuvo en Olmi al director, guionista y decorador de este film cercano a las tres horas de duración
La leyenda del santo bebedor
Afectado por el síndrome de Guillaume-Barre, una enfermedad devastadora para las fibras nerviosas, Ermanno Olmi estuvo cinco años alejado de la industria cinematográfica. Cuando su retorno parecía imposible, sorprendió a todo el mundo rodando durante uno de sus periodos de mejoría La leyenda del santo bebedor, por la que conquistó el León de Oro del Festival de Venecia. Película sobre el alcoholismo como devastación y al mismo tiempo refugio, relanzó la carrera de este cineasta, aunque nuevas recaídas en la enfermedad volvieron a impedirle dirigir película alguna en cuatro años. Ya recuperado, volvió a la carga con cuatro títulos filmados entre 1992 y 1994, siendo El Génesis, la creación y el diluvio un nuevo acercamiento a la historia del cristianismo