Industrial y político italiano. Realizó estudios de Ingeniería industrial en la Universidad Politécnica de Turín. Al finalizar sus estudios se incorporó a la empresa creada por su padre, Camilo Olivetti.
Adriano Olivetti
En 1925 su padre le envió a los Estados Unidos para que estudiase las modernas técnicas de fabricación y de dirección de empresas. Al regresar, y producto de lo aprendido, se reestructuró la empresa y se lanzó al mercado la máquina de escribir denominada M-40, una de las de mayor uso en el mundo en los años treinta.
En 1938 alcanzó la presidencia de la compañía, a la que consiguió colocar en el segundo lugar en exportaciones de la industria italiana y en el primer lugar de Europa como fabricante de máquinas de escribir y maquinaria de negocios.
En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial se refugió en Suiza. En este período desarrolló su pensamiento político y social y publicó obras como L´ordine politico della communità (1947). En ella defendía un gobierno colegiado que estuviese directamente apoyado por la comunidad. En la culminación de tal ideario creó el movimiento denominado Comunità.
En 1958 resultó elegido diputado en las elecciones generales y debido a su interés y especialización en asuntos urbanísticos se le nombró director del Plan del Valle de Aosta, así como presidente del Instituto Nacional de Urbanística de Italia
(o Pierre Olieu; Sérignam, 1248 - 1298) Teólogo y filósofo francés. Perteneció a la orden franciscana y defendió la corriente rigorista de los que postulaban mayor pobreza en la orden. Fue profesor durante algunos años en el estudio teológico de Santa Cruz en Florencia, y murió en Narbona. Entre sus obras destacan Comentario a las "Sentencias", Quodlibeta, Lectura super Apocalipsim (obra en la que expresa sus esperanzas de reforma de la iglesia y de la orden, y que sufrió varias condenas eclesiásticas) y De signis voluntariis. En el plano filosófico se esfuerza por realizar una síntesis entre las doctrinas aristotélico-tomistas y el agustinismo característico de la escuela franciscana. En gnoseología desconfía de la doctrina agustiniana de la iluminación, y prefiere la solución aristotélico-tomista de la abstracción