Polémico sacerdote jesuita, cuyo trabajo cívico y comunicador social ayudó a fortalecer el movimiento ciudadano que comenzó a gestarse bajo el gobierno de Alfredo Stroessner y más tarde, en la década de 1990, durante la transición democrática.
Se graduó en Estudios Humanísticos (1952) y se licenció en Filosofía (1956) y Teología (1963). Inició su carrera como comunicador social en España, donde se desempeñó como director de Radio Popular de Córdoba. El 2 de abril de 1964 llegó a Paraguay. Un año más tarde inició su tarea docente y en 1966 fundó la Escuela de Medios de Comunicación Social en la Universidad Católica de Asunción.
Francisco de Paula Oliva
Tres años después, en octubre de 1969, fue expulsado del país por el gobierno militar por su labor con la juventud a la que le "estaba abriendo los ojos". La gota que colmó la paciencia del stronato fueron sus visitas a los huelguistas de hambre en la Facultad de Medicina. Unos meses antes, en agosto de aquel año, adoptó la nacionalidad paraguaya para que la gente no dijera que "él huía de los compromisos" que había asumido estando en Paraguay refugiándose en el hecho de ser extranjero.
Tras su expulsión viajó a Buenos Aires, donde residió por nueve años. En 1970 dio cursos de guiones de radio, cine y televisión en la Universidad de El Salvador de Buenos Aires. Pasó unos meses en Ecuador y, entre 1979 y 1985 se instaló en Nicaragua. En 1979, fundó y dirigió la Agencia de Noticias y la Revista Envío del Instituto Histórico de la Universidad Centroamericana de Managua. Fue columnista de Barricada y el Nuevo Diario de Managua (1979-1985). Su personalidad y su compromiso con la revolución le costaron de nuevo su expulsión, aunque esta vez no por el gobierno, sino por un sector de las autoridades eclesiásticas.
Regresó a España en 1986 y durante diez años escribió para el Diario Huelva Información y tuvo un programa en Radio Popular de Huelva. Tras 27 años de ausencia, pudo volver a su patria adoptiva en 1996. Pero lejos de querer volver al lugar que había dejado en el mundo académico e intelectual del país decidió trabajar en un barrio marginal, San Cayetano, también conocido como Bañado Sur. Rápidamente adquirió popularidad al iniciar una enérgica campaña para el rescate de la autoestima y la autogestión.
En julio de 1997 puso en práctica un innovador proyecto de intercambio cultural haciendo que un grupo de jóvenes de la ciudad se hospedase con las familias pobres del barrio y absorbiese su realidad. Ese mismo año comenzó a escribir una columna diaria sobre asuntos de interés nacional en el vespertino Última Hora ("Buenas tardes, Paraguay") y enseñó en el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos de Asunción.
Desde 1999 está al frente de varios proyectos: Paraguay 2003-2008, que incluye el 2000 Solidario, Foro Ciudadano y el Parlamento Joven sobre el sentido político de la vida. Todos estos planes impulsan la participación y la toma de conciencia ciudadana. Tuvo una participación decisiva durante el Marzo Sangriento de 1999, que culminó con la renuncia del presidente de la República Raúl Cubas.
(Castro Urdiales, 1968) Poeta y crítico literario español. Vivamente interesado, desde su juventud, por las más variadas manifestaciones del fenómeno literario, ha cultivado con brillantez y acierto la creación poética (con títulos como Único norte, 1995, Visiones y revisiones, 1995, y Puntos de fuga, 2000), la greguería (La eterna novedad del mundo, 1993) y el aforismo (El mundo hecho pedazos).
En su condición de crítico literario colabora habitualmente en las páginas de algunos medios de comunicación como el suplemento ABC Cultural, del rotativo madrileño ABC. Lorenzo Oliván está considerado como una de las voces más destacadas de la joven lírica española de finales del siglo XX, como queda patente en la inclusión de sus composiciones en antologías como La generación del 99 (elaborada por el poeta y crítico José Luis García Martín) y Milenio (a cargo de Basilio Rodríguez Cañada).
Defensor de una poética en la que se asocian, de forma casi ineludible, tradición y vanguardia, el escritor cántabro sintetiza, a la vez, en su obra pasado y futuro, con el firme convencimiento de quien sabe que todas las cosas del mundo -como el propio universo que las encierra- son siempre la misma cosa. La radical novedad de Lorenzo Oliván estriba en que sabe prescindir de la sensiblería nostálgica y del futurismo visionario que, en otros autores de menor aliento, arruinan obras de parecido propósito
Su estilo, forjado en el respeto por la pureza del lenguaje clásico y, a la vez, en la predilección por la imagen osada y sorprendente, ha quedado perfectamente consolidado en su última entrega lírica, Puntos de fuga, galardonada con el prestigioso premio Loewe de poesía