Actor y director de cine español. Comenzó los estudios de Derecho, mientras se dedicaba también al teatro: en 1923 empezó su carrera como actor con la compañía de Emilio Thuiller. Fundó su propia productora, ´Goya Films´, con la que produjo varias películas suyas y de otros directores.
Se convirtió en el galán de moda en las películas mudas de la época gracias a la película Boy (1926) de Benito Perojo. Su debut como director fue en el año 1927, con Una aventura de cine. Desde 1941 abandonó casi totalmente su faceta de actor y se dedicó por entero a dirigir películas, ahora ya sonoras, como Porque te vi llorar (1941). Ésta y otras películas de la época eran vehículos de exaltación fascista
El último cuplé (1957), dirigida por Orduña
Con los años se dedicó a la comedia, a imitación de la alta comedia estadounidense y británica. Su primer gran éxito fue Locura de amor (1948), que inauguró una época de producciones históricas llenas de cartón-piedra en el cine español. Sin embargo, su éxito mas taquillero lo consiguió con El último cuplé en 1957: la película estuvo 52 semanas en cartel en plena Gran Vía madrileña y lanzó al estrellato a Sara Montiel. Colaboró también en la televisión, realizando para TVE (Televisión Española) trece zarzuelas.
Otras de sus películas que merecen destacarse son ¡A mi la legión! (1942), Tuvo la culpa Adán (1944), Ella, él y sus millones (1944), La Lola se va a los puertos (1947), Pequeñeces (1950), Agustina de Aragón (1950), Alba de América (1951), Nobleza baturra (1957), Me has hecho perder el juicio (1973) o Teresa de Jesús (1961)
(Grígori Konstantínovich Ordzhonikidze; Goresa, 1886 - Moscú, 1937) Político y revolucionario soviético. Participó activamente en las acciones que llevaron a cabo los bolcheviques desde 1905 y desempeñó un papel muy importante en la dominación de Georgia por parte de los soviéticos
Ingresó en el Partido Obrero Social Demócrata en 1903. Participó desde entonces en las actividades revolucionarias y fue encarcelado en varias ocasiones. Detenido por tercera vez en 1912, sufrió el destierro en Siberia. No volvió de su exilio hasta 1917, año en que triunfó la revolución bolchevique y el gobierno zarista fue derrocado. Ordzhonikidze participó en la organización de la insurrección de Petrogrado. Un año después fue nombrado Comisario extraordinario del área de Ucrania y, en 1921, miembro del Comité Central del Partido y jefe del Comité Central del gobierno del Cáucaso
En 1922, su compañero y mentor Vladimir Lenin y las organizaciones comunistas locales se mostraron contrarios a los métodos empleados por Ordzhonikidze. Éste, con el apoyo de Stalin, hizo caso omiso y conquistó Georgia con el ejército Rojo; ese territorio, junto con Armenia y Azerbaiyán, formaron la República Federal Transcaucásica, que a su vez fue obligada a unirse a otros países para formar la Unión Soviética en diciembre de 1922
Sus métodos, que no eran aprobados por todos sus compañeros, le granjearon la enemistad del jefe de la Policía Secreta de las Fuerzas Transcaucásicas en 1926; obligado a trasladarse al Cáucaso norte, ese mismo año fue miembro del Comité Central del Politburó y jefe de la comisión de control del partido, cuyo cometido era eliminar posibles diferencias entre los miembros del mismo. Estas diferencias se fueron haciendo cada vez más importantes y durante las luchas de poder internas sufridas en el partido, Ordzhonikidze ofreció siempre su respaldo a Stalin
Durante el primer Plan Quinquenal (1928-1932) puesto en marcha por el gobierno soviético para favorecer el desarrollo económico, Ordzhonikidze fue comisario de Industria Pesada desde 1930 hasta su muerte. Sin embargó, en esta materia se enfrentó a la política de Stalin. Todo el apoyo que Ordzhonikidze había prestado a Stalin a lo largo de los años se disipó al no estar de acuerdo con su política industrial y se mostró contrario a la táctica del terror llevada a cabo por el dirigente soviético.
Ordzhonikidze murió en extrañas circunstancias en 1937 y, aunque en un principio se atribuyó su fallecimiento a causas naturales, en 1956 Nikita Kruschov acusó a Stalin de haberle inducido al suicidio