Revolucionario italiano. Era hijo de un ex-oficial napoleónico. Hizo sus primeros estudios en Imola, alojado en casa de un tío suyo. Luego asistió a la Facultad de Derecho de la Universidad de Bolonia, en la cual se licenció en 1843
Vinculado a los revolucionarios de la Romaña, ideó ese mismo año de su licenciatura, junto con Eusebio Barbetti, la creación de una sociedad secreta llamada "Conjura Italiana de los Hijos de la Muerte", cuyo descubrimiento provocó su arresto en mayo de 1844 y su condena a prisión de por vida. Sin embargo, se libró de la cárcel en julio de 1846 con motivo de la amnistía decretada por Pío IX. Al año siguiente publicó una obra anónima, A la juventud italiana, y en 1848 participó en la campaña del Véneto y en la defensa de Venecia contra los austriacos.
Felice Orsini
En enero de 1849 fue elegido diputado de la Asamblea Constituyente romana, y tras la proclamación de la República fue enviado como comisario a Terracina y, después, a Ancona. La vida de la República Romana fue, no obstante, efímera, y una vez disuelta la misma Orsini se vio obligado a exiliarse en Génova y Niza (donde publicó en 1850 la obra autobiográfica Memorias y documentos acerca del gobierno de la República Romana), en donde trabajó en la preparación de la tentativa revolucionaria del 6 de febrero de 1853 en estrecha colaboración con Mazzini.
Estuvo al frente de esa tentativa, que fracasó finalmente, y luego fue encargado de una misión en Ungheria. Viajó clandestinamente a Trieste y a Viena, hasta que el 17 de diciembre de 1854 fue arrestado en Hermannstadt. Estuvo recluido en el castillo de Mantua desde marzo de 1855, pero justo un año más tarde consiguió fugarse y refugiarse en Inglaterra, donde publicó una narración en inglés relatando su detención y un libro de memorias. Su fuga, por sus aspectos románticos, impresionó a toda Europa.
Distanciado ya de Mazzini, Orsini contactó en Londres con el republicano francés Simón Bernard, e influido por él decidió llevar a cabo un atentado contra Napoleón III. Partió a Francia en noviembre de 1857, y allí organizó el atentado con otros tres conspiradores (G. A. Pieri, Carlo de Rudio y Antonio Gómez).
La tarde del 14 de enero de 1858 lanzaron tres bombas contra la carroza imperial que llevaba a Napoleón III y a la emperatriz Eugenia de Montijo a la Ópera de París. Los soberanos resultaron ilesos, pero el atentado acabó con la vida de ocho personas (de la escolta y del público) e hirió a otras ciento cincuenta aproximadamente. Orsini fue condenado a morir guillotinado, sentencia que se ejecutó el 13 de marzo.
(Pisa, 1927) Director de cine y guionista italiano. Las primeras actividades cinematográficas de Valentino Orsini se orientaron hacia la crítica en revistas especializadas y hacia la organización de cine clubes por toda su Toscana natal, en estrecha colaboración con otros dos jóvenes paisanos, los hermanos Paolo y Vittorio Taviani.
Eran momentos de gran efervescencia intelectual en la traumatizada Italia de la posguerra. Comprometidos con avanzadas ideas progresistas, los Taviani y Orsini llevaron a cabo en Pisa una entusiasta labor de agitación cultural al poner en marcha el llamado "Teatro de Crónica", en el que representaban las dificultades cotidianas de la clase trabajadora
Simultáneamente, empezaron a interesarse por la realización de documentales, cortos y mediometrajes y, en 1954, en respuesta a una sugerencia del guionista Cesare Zavattini, filmaron San Miniato, luglio ´44, un documental sobre la carnicería perpetrada por los nazis en ese pueblecito toscano. Fue el primer testimonio cinematográfico acerca de la Resistencia y el primer trabajo conjunto que les situó en una perspectiva más amplia del ámbito regional en el que se habían desenvuelto hasta entonces.
Decidieron instalarse en Roma y allí consiguieron colaborar con el prestigioso documentalista Joris Ivens en L´Italia non e´un paese povero (1960), un optimista mensaje de esperanza en la reconstrucción nacional a partir de unos textos de Alberto Moravia
Siguió funcionando el triunvirato autoral a la hora de abordar su primera experiencia en la dirección de un largometraje en 1962. La película se tituló Hay que quemar a un hombre, relato de un activista político -simbólicamente llamado Salvatore- que vuelve a su Sicilia natal y trata de concienciar a los campesinos en la defensa de sus derechos frente a la mafia. Al año siguiente prosigue la asociación triangular para abordar, en I fuorilegge del matrimonio, un tema polémico en la Italia de esos años: la ley del divorcio no establecida aún, que provocaba absurdas y trágicas situaciones familiares y sociales
Mientras los Taviani proseguían su carrera a dúo -a partir de I sovversivi (1967)-, Valentino Orsini inició una andadura en solitario en la que no consiguió ya los buenos resultados y las prometedoras expectativas que habían despertado sus primeros títulos.
De todo este período, que abarca hasta finales de los años ochenta y que se desgrana en muy pocas películas, sólo se pueden destacar dos, que retoman en cierto sentido el vigor y la concisión crítica de las obras realizadas en colaboración con los Taviani: Corbari (1970), la historia de un hombre fuera de la ley, bandolero generoso, que acaba enrolándose en los partisanos; y El amante de la Osa Mayor (1972), estampa evocadora de los contrabandistas que operaban en la frontera ruso-polaca en el período de entreguerras