Vigésimo tercer dux de Venecia (976-978). Durante su ejercicio ducal, considerado de transición, reinó el temor de que la política de compromiso desarrollada por la Serenísima aniquilase su independencia
Pietro Orseolo fue elegido dux como sucesor de Pietro IV Candiano, probablemente por dos motivos: porque era descendiente de la gens ursia romana y porque en el ataque e incendio al palacio ducal que derribó a Candiano resultó lastimada la casa de Orseolo, adyacente. Orseolo asignó a la esposa de su antecesor, Waldrada, las posesiones de la familia de Candiano, como medio de no enemistarse con el Imperio, ya que Waldrada estaba protegida por Adelaida, viuda de Otón I. Su obra principal fue la reconstrucción de Venecia.
De su matrimonio con Felicia Malipero tuvo una hija (que se casó con Giovanni Morosini, de una familia muy rica y noble) y un hijo, Pietro, que más adelante fue dux. Hombre extremadamente religioso, la noche del 1 de septiembre de 978 huyó de Venecia vestido con hábito de monje y se retiró a un monasterio de los Pirineos, quizás Cuxá. Fue canonizado por la Iglesia Católica y después proclamado santo. Hoy en día el relicario de su esposa forma parte del tesoro de San Marcos y es custodiado en la basílica. Fue sucedido por Vitale Candiano
(¿-1009) Vigésimo sexto dux de Venecia (991-1009). Fue, probablemente el primer gran dux de la República y un artífice de la futura grandeza de Venecia. Hijo de Pietro Orseolo I, que había sido dux entre 976 y 978, y de Felicia Malipiero, Pietro Orseolo II fue elegido dux después de que en la asamblea de 991 el dux Tribuno fuese depuesto.
Bajo su eficaz diplomacia cedieron el Imperio de Oriente, el Sacro Imperio y el Papado. Orseolo eliminó la amenaza de la piratería dálmata y narentina a través de una gran campaña, en la que, por primera vez, presidió la flota veneciana el estandarte de San Marcos, con la bendición de los patriarcas de Grado y Aquilea y del papa Silvestre II. Lissa, Curzola y Lagosta fueron arrasadas e incendiadas y Orseolo consiguió varias victorias remontando el río Narenta. El dux logró que más de veinte ciudades e islas se colocasen bajo el dominio de Venecia, que quedó dueña de las costas de Istria y Dalmacia.
En 1000 el basileo concedió al dux el título de duque de Dalmacia, que quedó adscrito a la Serenísima hasta 1356. En 1002 la flota veneciana fue puesta al servicio de Bizancio y del Papado para combatir a los musulmanes, que fueron expulsados de Bari y Tarento. El basileo premió la actuación del dux mediante el matrimonio de su hija María con Giovanni, hijo de Orseolo
Todo este trabajo diplomático amplió y mejoró las relaciones comerciales venecianas. Fueron abiertos puertos, escalas y mercados y se potenció el comercio fluvial con el interior de Italia. Otón III, que incluso había apadrinado a Ottone, hijo y sucesor de Pietro Orseolo, favoreció el intercambio con Venecia mediante la abolición del impuesto sobre la importación de la sal. Pietro Orseolo II fue sucedido por su hijo Ottone Orseolo, cuando éste apenas contaba con quince años de edad.