Director de orquesta estadounidense de origen húngaro. Con sólo cinco años ingresó en la Academia real de Budapest para estudiar violín. Realizó asimismo estudios de piano con Jenö Hubay y a los siete años dio su primer concierto de este instrumento. Diez años más tarde tocó acompañado por la Orquesta sinfónica de Berlín y comenzó a impartir clases de piano él mismo.
Eugene Ormandy
A los 20 años dirigió el Conservatorio de Música de Budapest. En 1921 marchó a Estados Unidos, donde obtuvo una plaza de primer violín en el Teatro del Capitolio de Nueva York, institución dedicada al cine mudo. Allí reemplazó en 1924 al director de orquesta del teatro.
En 1930 dirigió los conciertos de verano de la Orquesta de Filadelfia y al año siguiente tuvo la oportunidad de reemplazar en tres ocasiones al director italiano Arturo Toscanini al frente de la citada agrupación. En 1938 sucedió a Leopold Stokowski al frente de su orquesta en Philadelphia, y continuó en dicho puesto hasta 1980.
Rachmaninov y Ormandy
Cercano por su gusto personal al repertorio posromántico de final de siglo, Ormandy interpretó muchas partituras importantes de este período, como las Danzas sinfónicas de Rachmaninov, aunque también dedicó su atención a obras de autores como Britten (Diversions para la mano izquierda), Roger Sessions o Samuel Barber. Grabó también la Sinfonía nº 10 de Mahler reconstruida por Deryck Cooke.
Su estilo combinaba virtuosismo y perfeccionismo; una de sus peculiaridades más llamativas era que no utilizaba la batuta al dirigir. Con su impulso convirtió la Orquesta de Filadelfia en una de las más importantes de los Estados Unidos
(Julia Karin Ormond; Epsom, 1965) Actriz de cine británica. Después de estudiar bellas artes en el prestigioso West Surrey College of Art and Design, trocó su afición pictórica por la teatral y se matriculó en la Webber Douglas Academy of Dramatic Art de Londres.
Dotada de un singular talento para la escena, pronto llamó la atención de la industria del cine, y logró su lanzamiento al estrellato en 1995 gracias a las tres películas que protagonizó ese año: Leyendas de pasión, de Edward Zwick, Sabrina, de Sidney Pollack, y El primer caballero, de Jerry Zucker.
Richard Gere y Julia Ormond en El primer caballero
Pese a la confianza que Hollywood había depositado en ella, Ormond no pudo sostener el nivel comercial de esos tres filmes en sus siguientes proyectos, desplazada por otras actrices de su misma generación
Consciente de las limitaciones que impone el cine de Hollywood, optó por hacer una incursión, con resultados muy positivos, en el cine europeo de la mano de Bille August (Smila, misterio en la nieve, 1997) y en la excelente producción rusa El barbero de Siberia (1998), de Nikita Mikhalkov, en la cual daba vida a una joven norteamericana enamorada de un joven oficial del ejército zarista. Al mismo tiempo, y con el deseo de desarrollar proyectos más personales, puso en marcha en 1997 la productora Indican