. Príncipe francés. Se casó en 1769 con Luisa María Adelaida de Borbón, hija del duque de Penthievre, y fue desterrado a sus haciendas en 1771 por haberse negado a formar parte del parlamento Maupeou.
Llamado a la corte al advenimiento de Luis XVI, y encargado de un mando en la marina, dirigió una escuadra en Ouessant, y mostró valor durante la batalla. No obstante el partido que, apoyado en la reina, había llegado a dominar al rey, le acusó de cobardía, y le hizo quitar el mando.
Irritado con esta afrenta, concibió contra sus autores un odio mortal, y se hizo desde entonces jefe de los descontentos y de los innovadores. Se atrevió en 1787 a interpelar al rey en pleno parlamento y preguntarle si celebraba un solio de justicia, y al oír la respuesta afirmativa del rey, hizo que la asamblea declarase que no tomaba parte en el registro de los decretos que se les presentaban.
La reina obtuvo enseguida contra él una orden de destierro; pero esta medida no hizo más que aumentar su popularidad, y el parlamento dirigió al rey varias representaciones para pedir que se le alzara el destierro. No lo pudo obtener, y el destierro se prolongó hasta 1788.
Entonces presidió la tercera sección en la segunda Asamblea de los notables, y combatió con la misma vehemencia que antes los proyectos ministeriales. Algún tiempo después, fue elegido diputado de la nobleza por las bailías de Villers-Cotterets y de Crespy en los Estados Generales. Se reunió el 25 de julio de 1789 con la minoría de su orden y los diputados del Tercer Estado, y fue elegido por una gran mayoría presidente de la Asamblea, honor que no quiso aceptar.
Después de los sucesos del 5 y 6 de octubre de 1789, se le acusó de haber provocado la insurrección, y el Chatelet, encargado de informar sobre aquellos sucesos, pidió a la Asamblea autorización para perseguirle. Mientras esto sucedía, él se hallaba en Londres, y cuando volvió, la Asamblea, por una orden del día, desechó la petición de los oficiales del Chatelet.
Durante la existencia de la Asamblea legislativa, trató de obtener un mando en el ejército; pero todos los pasos que dio en este sentido fueron obstinadamente rechazados por la corte. Cuando, tras los sucesos del 10 de agosto, se convocó la Convención Nacional, tomó el sobrenombre de Felipe Igualdad. Elegido diputado por París en aquella Asamblea, ocupó un puesto entre los individuos del partido democrático; cuando se formó el proceso a Luis XVI, cometió la falta de no retraerse, y votó la muerte de su próximo pariente. Acusado después sucesivamente por los girondinos y los montañeses de aspirar a la corona, fue preso y conducido a Marsella. Traído nuevamente a París, y acusado ante el tribunal revolucionario, se le condenó a muerte. Subió al cadalso con el mayor valor
(1750-1822) Duquesa de Borbón, hija de Luis Felipe IV de Orleáns. Se casó en 1770 con el Duque de Borbón, de quien tuvo en 1773 al Duque de Enghien. Separada de su marido poco tiempo después, se entregó al misticismo más exaltado, y abrazó los principios revolucionarios; tuvo intimidad con Catalina Theos, llamada la Madre de Dios, y con el clérigo Dom-Gerle; estuvo presa con toda su familia hasta 1795, y luego que obtuvo la libertad, recibió una pensión, y fue obligada a salir de Francia.
Pasó a España, y fijó su residencia en una casa de campo en las inmediaciones de Soria, donde continuó manifestando las mismas ideas, y haciendo muchas obras de caridad. Fue muy entusiasta de Napoleón, aun después de la muerte de su hijo el duque de Enghien. Vuelta a Francia, por efecto de los acontecimientos de 1814, fundó en su palacio un hospicio para enfermos pobres, y le dio el nombre de Hospicio de Enghien; administraba socorros a los desgraciados, y les curaba por su misma mano. De este modo pasó los últimos años de su vida.