La crítica especializada ha dividido la obra de Orús en tres períodos, el inicial o informalista, que iría desde 1950 a 1960; un segundo período durante la década de los sesenta que se caracterizó por el estudio de los pigmentos metálicos; y un último período, de la década de 1970 en adelante, que recibe la denominación de Mundos paralelos
Mundos paralelos, de José Orús
La década de los cincuenta supuso para Orús el acercamiento al informalismo, paralelo a la obra realizada por los pintores franceses encabezados por Jean Dubuffet. En este período destruyó el dibujo en beneficio de la materia; su técnica se cimentó sobre los pigmentos terrosos, acercándose así al informalismo francés. A lo largo de la década, la pintura de Orús fue evolucionando hacia un mayor contraste en los claroscuros y en el uso del color; aumentaron las rugosidades y fue ganando terreno el uso de pigmentos óxidos y térreos, que dieron paso a los metálicos de su etapa siguiente.
En 1955 Orús se trasladó a París, donde vivió durante diez años. Anteriormente a su traslado a París ya había comenzado a ser reconocido a nivel internacional, como lo demuestra el hecho de que fuese seleccionado para participar en la I Bienal Hispanoamericana de 1951. En 1958 organizó una exposición en la galería Fernando Fe
En la década de 1960 Orús exhibió sus obras en los grandes certámenes internacionales. Así, en 1961 participó en la II Bienal de París; en 1964 en la XXXII Bienal de Venecia, donde logró un gran éxito; participó igualmente en el Congress Malle Fiertgaten de Berlín, Unge Sapnske Malares de Oslo, Kunstverein de Munich, Junge Spanische Maler de Viena y en la National Art Galleries of Spain de Nueva York.
El éxito que acompañó a Orús durante los años sesenta le llevó a formar parte del Movimiento Artístico del Mediterráneo y a realizar importantes exposiciones en Madrid. A partir de ese momento, Orús se convirtió en un destacado representante de la vanguardia artística española y alcanzó uno de sus mejores momentos creativos, sustentado en el concepto integrador de la "luz-color-movimiento".
El inicio de los 70 vino marcado por el uso de la luz negra. En 1970 realizó un viaje a Estados Unidos, donde experimentó con la luz negra y la idea de los "Mundos paralelos". Una importante exposición en la galería Rayndon le proporcionó reconocimiento en el país norteamericano. Los rasgos esenciales de la etapa iniciada en aquella década han perdurado hasta nuestros días.
Durante la década de 1980 los experimentos con la luz negra se acentuaron e incluyó en su obra la vibración de las masas. A lo largo de los 80, Orús mantuvo una febril actividad expositiva. En 1980 expuso en la Feria de Arte de Basilea; en 1981 en el Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires; entre 1976 y 1993 realizó una serie de antológicas en la Lonja de Zaragoza. En los años siguientes realizó varias exposiciones más en París, Madrid, Valencia, y, finalmente, en 1998, una Exposición Antológica en la Sala Millares del Ministerio de Cultura
(Seudónimo de Eric Blair; Motihari, India, 1903 - Londres, 1950) Escritor británico. Estudió en el Colegio Eton y luego formó parte de la Policía Imperial Inglesa en Asia, experiencia que lo llevó a escribir Días en Birmania (1934).
Vivió varios años en París y en Londres, donde conoció la pobreza; de este difícil período de su vida nació su novela Sin blanca en París y en Londres (1933).
Sus experiencias como colaborador de los republicanos en la Guerra Civil española (Orwell era socialista) las recogió en su interesante libro Homenaje a Cataluña (1938). Durante la Segunda Guerra Mundial formó parte de la Home Guard y actuó en la radio inglesa. En 1943 entró en la redacción del diario Tribune, y después colaboró de un modo regular en el Observer. En este periodo escribió muchos de sus ensayos
En general, toda su obra, incluida esta primera etapa y las posteriores sátiras utópicas, reflejaron sus posiciones políticas y morales, pues subrayaron la lucha del hombre contra las reglas sociales establecidas por el poder político. Sus títulos más populares son Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949), ficciones en las cuales describió un nuevo tipo de sociedad controlada totalitariamente por métodos burocráticos y políticos. Ambas se enmarcan en el género de la literatura utópica o de sátira de las instituciones.
George Orwell en la BBC
En la primera, parodió el modelo del socialismo soviético: los personajes son animales de una granja que se rebelan contra sus dueños, los hombres, aunque luego crean una estructura social peor que la de sus antiguos dueños: Lenin, Stalin, Trotski y otras figuras de la escena política son representados por dichos animales. Como literatura, esta obra reúne las cualidades de las fábulas tradicionales y la influencia satírica de J. Swift.
La segunda lleva como título el año en que se ubica la acción: 1984. En ella imaginó una ficción tan pesadillesca como en la anterior: un mundo regido por grandes potencias, Eurasia, Oceanía y Asia del Este. El personaje protagónico, Winston Smith, es un funcionario del "Ministerio de la Verdad" entidad encargada de controlar la información; conoce a Julia y comienzan una relación amorosa; luego tratan de luchar contra el poder de "El Gran Hermano" (sucedáneo del Máximo Líder político), "jefe de la Hermandad" (representante del Partido en la política real), y se ven arrojados a las peripecias propias de un Estado totalitario moderno: la mirada policial que lo penetra todo, incluso la intimidad.
En tal sociedad el lenguaje es adulterado por el poder para distorsionar los hechos, o más exactamente, para crear una nueva realidad artificial; los sentimientos, al igual que los placeres (incluido el sexual), están prohibidos. Smith y Julia tratarán infructuosamente de cambiar las reglas de juego, en un mundo donde el lavado de cerebro, el soborno, el control y la manipulación de la verdad son las claves del totalitarismo perverso previsto por Orwell, características y modos que poco después serían habituales en numerosos países. Smith termina por convertirse en traidor, atrapado en la red de la estructura social.
La prosa de Orwell es realista y de gran cualidad narrativa. En 1968 se publicaron los volúmenes de Ensayos Completos: Periodismo y cartas (1968). Entre otros de sus trabajos críticos destacan los estudios que realizó sobre C. Dickens. Sus ensayos sobre problemas de política social poseen una franqueza y clarividencia sin precedentes en la literatura inglesa.