Pintor chileno, integrante del Grupo artístico Montparnasse. Desarrolló la mayor parte de su carrera en Europa y fue, junto a su hermano Julio Ortiz de Zárate, uno de los miembros destacados de la vanguardia pictórica chilena durante el primer tercio de siglo XX.
Hijo del compositor Eleodoro Ortiz de Zárate, Manuel permaneció en tierras italianas durante sus primeros cuatro años de vida, y una vez en Chile, inició su formación artística con uno de los mejores pintores del país, Pedro Lira. Posteriormente estudió un breve tiempo en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, pero con sólo dieciocho años se embarcó rumbo hacia Europa; después de muchas vicisitudes, se estableció en Roma, donde ganó una plaza para estudiar en la Academia de Bellas Artes y se ganó la vida como retratista.
En 1923 se encontraba en Chile cuando junto a su hermano Luis, Henriette Petit, Luis Vargas Rosas y José Perotti, entre otros, participó en el acto de fundación del Grupo Montparnasse, dando vida así al primer movimiento que renovó la pintura chilena en sintonía con las nuevas tendencias artísticas del siglo XX.
Detalle de Naturaleza muerta con guitarra
En los años veinte fijó su residencia en París: en la capital francesa, el centro mundial del arte en la época, su pintura acabó sumergiéndose en el lenguaje de las vanguardias, fruto de la influencia que ejercieron sobre él el círculo de artistas e intelectuales que integraban la Escuela de París, como Picasso, Derain, Juan Gris, Braque, Apollinaire, Matisse o Modigliani; este último llegó a ser amigo íntimo de Ortiz de Zárate; además participó en los concursos y exposiciones organizados por los diversos salones, en los que obtuvo varias medallas. Aunque realizó frecuentes viajes a Chile, no abandonó París hasta el mismo año de su muerte.
Manuel Ortiz de Zárate desarrolló una obra en la que tuvieron cabida casi todos los temas habituales en la pintura moderna: paisajes urbanos, naturalezas muertas, bodegones, retratos o desnudos, pero fue sobre todo en la representación de las naturalezas muertas donde su pintura alcanzó las mayores cotas de calidad; de hecho, su mejor cuadro tomó el título de Naturaleza muerta.
Al igual que su hermano Julio, Manuel sintió fascinación por el lenguaje plástico de Paul Cézanne, por el magistral tratamiento de las formas y los volúmenes que anuncia el cubismo; no en vano, los primeros años de la trayectoria parisina del artista chileno coincidieron con la plena eclosión de este lenguaje pictórico y de sus mejores representantes: Picasso, Braque y Gris.
Sin embargo, el cubismo no fue la única fuente de la que se nutrió su pintura, ya que también se aprecia la influencia del fauvismo de Matisse y Derain en la intensidad del color, e incluso una de sus obras está elaborada mediante la técnica del puntillismo. Además de las ya citadas, cabe señalar entre sus obras Naturaleza muerta con guitarra, Notre Dame de París y Retrato de Chela Aranís
(Guadalajara, 1883 - Buenos Aires, 1942) Pintor español. Hermano del famoso fotógrafo José Ortiz Echagüe, recibió su primera formación como artista en París, donde estuvo desde 1897 estudiando en la Academia Julien y luego en la Academia de Bellas Artes Francesa, y trabajando en el taller de Bonnat.
En 1901 se marchó a Roma, ciudad en la que permaneció a lo largo de un año y donde compartió taller con Coco Madrazo. En 1903 ganó una plaza para estudiar en la Academia de Roma, tras haber sido premiado en la Exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Entre 1907 y 1912 viajó a Cerdeña y luego a Holanda; en ambos casos realizó cuadros de época, de temas sardos, en Cerdaña, y de temas holandeses, que le pusieron en relación con la pintura romántica del momento.
En 1912 volvió a España para hacer un retrato de Alfonso XII. Un año después viajó a Argentina, país en el que se dio a conocer como retratista. Realizó su primera exposición individual en 1919. A partir de este momento, su actividad se repartió por diferentes países, como Estados Unidos, Argentina u Holanda. En 1933 se trasladó, con su familia, a la pampa argentina, donde residió hasta su muerte
De formación académica, tuvo una gran trayectoria como retratista y como pintor de género. En sus obras abundan las alusiones culturales. Sus cuadros sardos, holandeses o marroquíes son el mejor ejemplo. En ocasiones introdujo soluciones cromáticas próximas a Iturrino o a los "fauves"