Obispo e historiador alemán. Hijo de Leopoldo de Babenberg y de Inés, hija de Enrique IV de Franconia, estudió en París, donde tuvo como maestros a Teodorico de Chartres y a Adán "del Pequeño Puente" y conoció las traducciones recientes de Aristóteles; entró después en el monasterio cisterciense de Morimund; pero cinco años más tarde fue nombrado obispo de Frisinga.
Participó en la segunda Cruzada, estuvo en Italia, se ocupó activamente de la reforma eclesiástica y de la fundación de monasterios; se vio obligado a mantener diversas controversias con feudatarios laicos y, aunque estaba estrechamente emparentado con los emperadores Conrado III y Federico I Barbarroja, no desempeñó elevados cargos en la Corte, y acaso no aprobó siempre la línea política seguida por sus soberanos. Murió en su antiguo monasterio, y su fiel discípulo Rahevin compuso en su honor un largo elogio poético.
Los dos trabajos históricos de Otón de Frisinga son Crónica o Historia de las dos ciudades y Gestas del emperador Federico; la primera es una de las habituales crónicas universales medievales en 8 libros (el último trata de la venida del Anticristo y del Apocalipsis final) modelada sobre el esquema agustiniano, pero con un mayor interés por los episodios temporales; son dignos de mención en ella los varios prólogos, que exponen las teorías historiográficas del autor, así como la parte relativa a la época más próxima a él.
A señalar también el hecho de que la obra, iniciada en 1143 y terminada en 1146, fue editada (por decirlo así) por segunda vez diez años más tarde con adiciones y sobre todo con un prólogo que modifica sustancialmente la visión demasiado pesimista que antes predominaba en el texto; ello fue debido al advenimiento de su sobrino Federico al trono y a sus sucesores que llevaron al imperio a su edad de oro y parecieron consolidar la paz en Europa.
Con los mismos sentimientos emprendió la redacción de las Gestas, en cuyo primer libro se tratan brevemente los episodios alemanes e italianos desde los tiempos de Enrique IV, y en el segundo las empresas de Barbarroja de 1152 a 1156, sobre la base de una sucinta relación enviada por el mismo soberano y antepuesta a la obra.
Otón de Frisinga es un historiador concienzudo y exacto, no demasiado partidista, aunque dé siempre a entender cuáles son sus ideales religioso-políticos, y dotado también de notable capacidad de exposición, aunque sus retratos dependan demasiado de modelos clásicos; y constituye una fuente muy preciosa por haber tenido la posibilidad de narrar casi siempre cosas que había visto u oído de testigos oculares.
(?, 1120 - Pfullendorf, 1183) Conde de Wittelsbach (Otón VI) y posteriormente duque de Baviera (Otón I). Fue un fiel colaborador del emperador Federico I Barbarroja, que le premió con el ducado de Baviera
En 1154 acompañó a Federico I a Roma, distinguiéndose tanto por su valor como por su habilidad, debiéndose a él principalmente la Convención de Verona.
En la dieta de Besançon de 1157 fue, junto con el canciller imperial Rainaldo de Dassel, uno de los principales defensores de la superioridad del Imperio sobre el Papado y llegó a atacar, espada en mano, a los legados papales que sostenían que el Imperio era un feudo del Papado; el pontífice escribió a los obispos alemanes para que consiguiesen que el emperador le castigase, lo cual no ocurrió.
El conde de Wittelsbach, junto con el canciller, fue uno de los enviados a Italia por el emperador en 1158 para preparar la expedición imperial a Italia de aquel año. Los legados se apoderaron de la ciudad de Rivoli, aseguraron el paso de Adige y, en nombre de Federico, recibieron el juramento de fidelidad de varias ciudades italianas.
Comenzando por Verona, pasaron por Ferrara, Módena, Bolonia, Rávena y Ancona y lograron que Piacenza abandonase la liga formada por Milán y se pasase al lado del emperador; así pudo un enorme ejército imperial, con Federico Barbarroja a la cabeza, cruzar los Alpes en julio de 1158 con el objetivo de someter la Lombardía.
Otón de Wittelsbach fue recompensado con el título de conde palatino de Baviera y después prestó tan importantes servicios en Alemania y en Italia al emperador, que en 1180 éste le cedió solemnemente el ducado de Baviera, del que había sido desposeído Enrique el León, aunque se le separó la marca de Estiria, que se transformó en un ducado independiente. Otón de Wittelsbach fue sucedido en el ducado de Baviera por su hijo Luis I de Kelheim.