Militar español que fue gobernador de Chile. Participó en la batalla naval de Lepanto (1571) contra los turcos. Estuvo prisionero en Argel. Al recuperar su libertad viajó a América. Se desempeñó como corregidor del Plata hacia 1586. Tuvo igual oficio en Potosí (Bolivia) en 1591. Luego en 1597, bajo las órdenes del virrey de Perú, fue comisario y debió combatir la presencia del holandés Simón de Cordes. En 1617 fue corregidor de Huancavelica. El año 1618 pasó a ser caballero de la Orden de Calatrava.
En 1621 asumió la Gobernación de Chile. Llegó con un pequeño ejército de 300 hombres. Impuso la disciplina en el ejército de la Frontera y consideró un error la intención de someter al mapuche mediante la evangelización católica (la "guerra defensiva" del padre Luis de Valdivia), opinión que transmitió al rey y al virrey.
Con este acto se convirtió en el gobernador que puso fin a esa política que buscaba la convivencia en la Frontera y la incursión exclusiva de misioneros en territorio mapuche, evitándose matanzas y apresamientos indebidos de adultos y niños para ser vendidos como mano de obra esclava. Mandó incursionar en tierras mapuches, pero éstos, sabedores de sus planes, evitaron a las fuerzas españolas. Por otro lado, suspendió la tasa de Esquilache.
(Diego Osorio de Escobar y Lamas; La Coruña, ? - Puebla, 1673) Prelado y administrador colonial español, vigésimo cuarto virrey de Nueva España (1664).
Tras ocupar diversos cargos eclesiásticos en la diócesis de Toledo, se trasladó a México, donde fue obispo de Puebla a partir de 1656, y en 1663 se hizo cargo del azorbispado de México.
Sucedió como virrey al conde de Baños, con quien se había enfrentado, y tomó posesión de su cargo el 29 de junio de 1664; había sido nombrado virrey interinamente para tratar de corregir los errores y desafueros cometidos por su antecesor, por lo que su Gobierno duró apenas tres meses. Durante este breve periodo se preocupó de reorganizar la armada de Barlovento, que había sufrido bajas considerables como consecuencia de la guerra contra los ingleses, logrando recuperarla de su descalabro. Envió 30.000 pesos a Cuba para reparar el castillo de Santiago, fundir artillería y proveer de pólvora a la guarnición de La Habana
En política interior, atendiendo a las quejas de la población, reorganizó y modernizó los correos hasta lograr que las cartas llegasen puntualmente a su destino y mejorase sustancialmente el servicio. También atendió a las cuestiones eclesiásticas; promovió a responsabilidades superiores al obispo de Oaxaca, Alonso de Cuevas, que tan acertada actuación había tenido durante el levantamiento de los indios de Tehuantepec y que le sucedió en el arzobispado de la capital
Enfermo y cansado, decidió dejar el gobierno del virreinato, por lo que abandonó el palacio el 23 de septiembre para trasladarse a la casa arzobispal y concurrir el 27 de ese mes a la ermita de Santa Ana, para despedirse de las autoridades, según costumbre. Días más tarde salió hacia Otumba donde recibiría al nuevo virrey, con el que viajó a San Cristóbal Ecatepec el 7 de octubre. Poco después se retiró a Puebla