Filósofo e historiador de las religiones alemán. Fue profesor de teología sistemática en Gotinga, Breslau y Marburgo. Su obra más importante en la crítica a la filosofía de la religión es Lo sagrado (1917).
En ella propone la necesidad de liberarse al estudiar los hechos religiosos de toda concepción teísta y racionalista, porque la religión pertenece a la esfera de lo irracional. Con esto no quiere decir que considere el hecho religioso como contrario a la razón, sino que es inasequible a ella y alcanzable únicamente por el sentimiento.
Inspirándose en Kant, Rudolf Otto concibe lo religioso como una categoría a priori del espíritu, y la religión como realidad fundada en el "juicio a priori" de la simultaneidad de lo sagrado. Lo sagrado o "numinoso" está, según Otto, en la base de todas las religiones. Éstas, en efecto, tienen su origen en la reacción frente a lo numinoso, que suscita en el hombre elementos contradictorios de atracción y repulsa: terror, fascinación, inferioridad... Lo sagrado es independiente de las variedades rituales de las diversas religiones, dependiendo solamente de las complejas profundidades del espíritu humano
Esta dependencia estaría al principio desprovista de connotaciones éticas y de valores morales, y sólo más tarde habrían surgido los conceptos de culpa y pecado. Otras obras suyas son Estudios relativos a lo numinoso (1923), Mística oriental-occidental. Su comparación y distinción para una interpretación de su esencia (1926) y La religión de la gracia hindú y el cristianismo (1930)
(Hechingen, 1874 - Tubingen, 1958) Historiador de las religiones alemán. Fue profesor en las universidades de Viena, Basilea, Frankfurt y Könisberg.
Otto se relacionó con el círculo del etnólogo Frobenius, con filólogos como Reinhardt y con especialistas en la ciencia del mito como Kerényi. Es decir, estuvo relacionado con aquel ámbito de la cultura que, reaccionando contra la escuela histórico-filológica, buscaba una aproximación a las culturas de los antiguos pueblos a través de la reflexión fenomenológica.
Estudioso de la religión griega, intentó adaptarla a la experiencia moderna, buscando una continuidad cultural entre el helenismo y el germanismo (entendido como cultura europea "tout court"), siguiendo una tradición de estudios claramente germánica. La religiosidad arcaica, parcialmente objetivada en un trabajo sobre el culto de los muertos (Die Manen. Vonden Urfomen des Totenglaubens, 1923), fue confrontada como "espíritu de la antigüedad" con el "mundo cristiano" en la obra Der Geist der Antike und dis christliche Welt (1923).
Inició de esta forma una revalorización de la antigua religión, entendida como un elemento genuinamente europeo, oponiéndola a los orígenes asiáticos del cristianismo. En esta clave se desarrollan obras como Die altgriechische Gottesidee (1926) y, sobre todo, Los dioses de Grecia (1929), un ensayo que tuvo gran resonancia.
En esta obra, a través de un análisis estético (y por ello capaz de superar los límites teológicos impuestos por la tradición cristiana), revalorizaba las grandes divinidades griegas que, por su origen genuinamente europeo, deberían poder ser interpretados por la espiritualidad moderna, por lo menos como inmortales creaciones poéticas y expresiones culturales de alto nivel.
Siguiendo esta tendencia, en sus obras posteriores intentó comprender el sentido de la mecánica de la actividad mitopoética que caracterizaba la religión griega, por ejemplo, en Gesetz, Urbild und Mythos (1951).