Físico y matemático español. Realizó sus primeros estudios en las Escuelas Pías de Tamarite (Huesca) y en el Instituto de Huesca. Después ingresó en la Facultad de Ciencias de Zaragoza y continuó la licenciatura en Ciencias Exactas y Físicas en la Universidad de Barcelona, donde tuvo de profesor a Esteban Terradas. Realizó el doctorado en Ciencias Físicas en la Universidad de Madrid y, por consejo de Blas Cabrera, se trasladó a Leiden pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios. En Leiden investigó, durante el período 1916-1918, sobre las isotermas del neón y otros gases nobles a bajas temperaturas, bajo la dirección de Heike Kamerlingh Onnes
A su regreso a España, Palacios se incorporó al Laboratorio de Investigaciones Físicas que dirigía Blas Cabrera, en el que realizó trabajos acerca de la formación de los meniscos de mercurio y su aplicación a la corrección de la lectura de las columnas barométricas. Se ocupó asimismo del flujo de gases en tubos capilares, introduciendo una notable modificación en las bombas de difusión de Langmuir, que publicó en los Anales de la Real Sociedad de Física y Química en 1920. También investigó sobre la teoría de la luminosidad en los rayos canales, sobre la que publicó un trabajo en los Annalen der Physik (1924) y colaboró con Cabrera en los estudios de éste sobre las sustancias diamagnéticas y paramagnéticas
En 1926 ganó la cátedra de Termología de la Universidad de Madrid. En 1929, Palacios instaló en los locales del Laboratorio de Investigaciones Físicas los primeros montajes para iniciar sus trabajos sobre estructuras cristalinas por medio de la difracción de rayos X, según el método de Deby-Scherrer y, al inaugurarse en 1932 el Instituto Nacional de Física y Química, Palacios fue encargado de dirigir la sección de rayos X
Después de la Guerra Civil, Palacios abandonó sus investigaciones estructurales y comenzó a interesarse por temas biológicos desde la perspectiva de la física. Nombrado director de la sección de Física del Instituto de Oncología de Lisboa, alternó la docencia entre esta ciudad y Madrid. A partir de esta época la actividad intelectual de Palacios abarcó los más diversos temas: dinámica de la rotación de un sólido libre, fenómenos electrolíticos, una interpretación física de la miopía nocturna, una serie de trabajos acerca de los ultrasonidos y su utilización terapéutica y el análisis dimensional.
En la última etapa de su vida se dedicó con empeño a elaborar una crítica de la teoría de la relatividad, intentando rehabilitar las nociones clásicas de espacio y tiempo absoluto. Éste es, probablemente, el aspecto más discutible de su actividad como físico. Además de los artículos relativos a sus trabajos de investigación, Palacios publicó numerosos libros dedicados a exponer, con una intención claramente didáctica, las diversas ramas de la física por él cultivadas. Algunos de los títulos de estos libros son: Física para médicos (1931), Mecánica física (1942), Termodinámica y constitución de la materia (1942), Electricidad y magnetismo (1945), De la Física a la Biología (1947), Análisis dimensional (1956)
(Corral de Almaguer, 1678-Madrid, 1737) Farmacéutico español. Tradujo el Curso chímico de Lemery, introduciendo, con esta obra, las corrientes científicas europeas. Es autor de Palera farmacéutica chímica-galénica (1706) que le procuró numerosos ataques por cuanto defendía la renovación de la farmacia hispana prescindiendo de la tradición árabe-galénica