Político croata, jefe del Estado croata implantado por Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial y fundador del Partido nacionalista croata Ustacha
Pavelic estudió la carrera de Derecho y comenzó su andadura laboral como abogado en Zagreb; dentro de su profesión, llegó a ocupar el puesto de vicepresidente de la Asociación de Abogados de Croacia. Pavelic entró a formar parte del movimiento nacionalista croata dentro de las filas del Partido del Derecho Constitucional Croata, por el que fue elegido concejal de Zagreb en 1920, y diputado nacional en 1927. En el Parlamento Yugoslavo se opuso a la creciente centralización del Gobierno y a la opresión ejercida por la corona serbia; hasta que, en enero de 1929, el rey Alejandro instauró una dictadura bajo la monarquía y disolvió el Parlamento
Tras este suceso y la ilegalización de los Partidos croatas, Pavelic se refugió en Italia y formó la Ustasha-Hrvatska Revolucionarna Organizacija (Organización Revolucionaria Croata Insurgente) con el fin de organizar la acción revolucionaria y de restablecer la independencia de Croacia. A principio de los años treinta, el movimiento ustashi contaba con unos dos mil afiliados y no tenía una ideología clara, sino que era más bien una organización terrorista que actuaba principalmente en el exilio, con base y, en algunos casos apoyo, en Italia, Alemania, Austria, Bulgaria y Hungría, países que reclamaban la revisión de los Tratados de Paz firmados tras la Primera Guerra Mundial.
En 1932 Pavelic, en su papel de dirigente de los ustachas, redactó una Carta de Principios en la cual declaró como meta la independencia del Estado croata por medio de una revolución armada de éste pueblo, que debía ser encabezada por los propios ustachas, que pasarían a ocupar el gobierno del nuevo Estado. Pavelic, así como los demás cabecillas del movimiento ustachas y otros dirigentes croatas en el exilio, fue objeto, durante esta época, de intentos de asesinato perpetrados por los agentes de la dictadura yugoslava. Los acontecimientos desembocaron en el asesinato en Marsella, el 9 de octubre de 1934, del rey Alejandro y el ministro de Asuntos Exteriores francés a manos de los ustachas, en colaboración con terroristas macedonios.
Tras este suceso, Pavelic intentó lograr el apoyo del Partido Campesino, fuerza mayoritaria de Croacia, hecho que provocó una ruptura de Pavelic con todos los croatas moderados; propuso además un giro hacía posturas antisemitas y próximas al fascismo. El partido también había perdido sus apoyos en el exterior debido, sobre todo, al asesinato del rey Alejandro y, aproximadamente, unos quinientos activistas fueron detenidos en el extranjero, entre ellos Pavelic, que fue detenido en Italia, aunque de una manera más bien testimonial.
Durante los años de detención, entre 1936 y 1937, Pavelic siguió perfilando las lineas ideológicas del movimiento ustachas, identificándolo cada vez más con tendencias fascistas y racistas, propugnando una fórmula croata de nacional-catolicismo. El movimiento ustashi cobró más fuerza y, tras la firma del Compromiso de agosto de 1939 mediante el cual los croatas obtenían autogobierno, excepto en Defensa y Asuntos Exteriores, contaron con unos treinta o cuarenta mil afiliados clandestinos en Yugoslavia y una amplia representación exiliada en Alemania
La derrota de Yugoslavia durante la II Guerra mundial en Abril de 1941 a manos del ejército alemán abrió el camino de la independencia de Croacia. Parte de Croacia fue anexionada por Italia y Hungría y, el resto, fue ocupado por Alemania e Italia permitiendo la creación, junto con Bosnia-Herzegovina y una parte de Dalmacia, del Estado Independiente de Croacia (NDH).
Su gobierno fue ofrecido en primera instancia a Vladko Macek, jefe del conservador Partido Campesino croata, pero tras la renuncia de éste, Hitler decidió otorgar el poder a Ante Pavelic (que fue liberado de su confinamiento en Italia) y los ustashi. Pavelic se convirtió así en Poglavnik (presidente) del Estado Independiente de Croacia implantando un régimen de partido único y proscribiendo al anterior partido mayoritario, el Partido Campesino.
El número de seguidores de Pavelic y los ustachas creció tras la incorporación de miles de seguidores del Partido Campesino pero, sobre todo, entre la población de la clase baja urbana, estudiantes e intelectuales croatas y los practicantes y prelados pertenecientes a la iglesia nacionalista católica. Pavelic procedió también a formar su propio cuerpo de élite, compuesto por unos ciento cincuenta mil militares ustachas
La principal oposición al régimen fascista de Pavelic fueron los partisanos comunistas del Ejército de Liberación Nacional, dirigido por el croata Josip Broz Tito. La característica más señalable del régimen de Pavelic fue el sangriento intento de creación de una Croacia étnicamente pura, que condujo a la persecución y exterminio de todas las etnias minoritarias u opuestas a su régimen.
Estas persecuciones se centraron principalmente en los serbios ortodoxos, que en el momento de la independencia de Croacia se calculaban en más del 20% de la población total, cerca de un millón de personas. En un primer momento, fueron obligados a huir del país o convertirse al catolicismo para, posteriormente, proceder a cometer matanzas, asesinatos en masa y confinamientos en campos de concentración (el número de estos campos de concentración fue cifrado en más de una veintena, entre los que sobresalió el de Jasenovac).
Todas estas actividades contra los ortodoxos contaron con el visto bueno del clero. El número final de serbios ortodoxos muertos durante este periodo se calcula en unos 250000. Otro grupo que sufrió especialmente las persecuciones de Pavelic fueron los judíos, exterminados de Croacia en su inmensa mayoría, provocando unos 30.000 ó 40.000 muertos, mientras un reducido número consiguió refugiarse huyendo a la zona italiana. También las matanzas y asesinatos alcanzaron a los gitanos, comunistas, así como a otros disidentes políticos y en una medida menor, a los bosnios musulmanes
Tras la derrota de Alemania en la guerra, en Mayo de 1945, un ejército compuesto por 150.000 soldados croatas al mando de fuerzas alemanas intentó vanamente ofrecer la última resistencia en Croacia al Ejercito yugoslavo. Después de su capitulación, Pavelic abandonó Croacia, refugiándose temporalmente en Austria e Italia. La mayoría de sus seguidores fueron muertos en combate o ejecutados tras la derrota.
En 1949 escapó hacia Argentina, donde fundó un gobierno ustacha en el exilio. En este periodo, sufrió un nuevo intentó fallido de asesinato y en 1957 decidió refugiarse en Paraguay de donde, para evitar su detención y extradición tras ser condenado a muerte en rebeldía, escapó hacia España, donde permaneció hasta su muerte a finales de 1958
(San Stefano Belbo, 1908-Turín, 1950) Escritor italiano. Su infancia y su juventud transcurrieron en Turín, donde se graduó en Letras con una tesis sobre W. Whitman. Su carácter tímido, los desengaños amorosos y las sucesivas crisis vitales, de orden religioso y político (en un principio vinculado al fascismo, posteriormente fue miembro del partido comunista), lo llevaron hasta un aislamiento que culminó en suicidio.
Su vida pública y literaria está relacionada con su actividad en la editorial turinesa Einaudi, de la que fue lector y consejero. Pavese perteneció a la generación neorrealista italiana y contribuyó a la difusión de los novelistas norteamericanos tanto a través de sus traducciones de Melville, Dos Passos, Faulkner, Steinbeck, Stein y Joyce, como por su colaboración en la antología Americana (1942), junto con E. Vittorini. Asimismo, sistematizó sus conocimientos sobre literatura estadounidense en La literatura americana y otros ensayos (1951).
Inició su obra de escritor con la publicación del poemario Trabajar cansa (1936), con el que se opuso a la poesía hermética italiana. Su obra narrativa, de un lúcido realismo, plasma el mundo rural y la vida social contemporánea (Allá en tu aldea, 1941; La playa, 1942; La cárcel, 1938-1939, publicado en 1949; Antes de que El Gallo cante, 1949; El bello verano, 1949; Entre mujeres solas, 1949; El diablo en las colinas, 1949; La luna y las fogatas, 1950). Su diario El oficio de vivir (1952) es un extraordinario testimonio sobre la vida y el oficio de un escritor