Papa (1605-1621). Mantuvo la paz en los Estados Pontificios. La defensa de los derechos de la Iglesia le llevó al conflicto con Venecia (1606), a la que aplicó, por última vez, el interdicto. Estimuló la Reforma, aplicando los decretos del Concilio de Trento, y favoreció las nuevas congregaciones religiosas
(Giovanni Battista Montini; Concesio, 1897-Castelgandolfo, 1978) Papa (1963-1978). Arzobispo de Milán (1954) y cardenal (1958). Dio un impulso decisivo a las tres últimas sesiones del Concilio Vaticano II y se preocupó por la aplicación de sus conclusiones. Reformó la curia pontificia, simplificó el ceremonial dio un nuevo vigor a las conferencias episcopales. En el ámbito del ecumenismo intensificó los contactos con los ortodoxos y los anglicanos. Publicó las encíclicas Ecclesiam suam (1964) sobre el dialogo de la Iglesia con el mundo moderno, Populorum progressio (1967) sobre la necesidad de progreso de los países subdesarrollados y Humanae vitae (1968) sobre la regulación de la natalidad y la moral matrimonial. Rompiendo la tradición sedentaria del papado, emprendió diversos viajes de signo pacifista y ecuménico