Monje de origen británico. Hacia el año 380 llegó a Roma, donde profesó junto a sus discípulos un riguroso ascetismo, y criticó severamente el laxismo moral imperante en la ciudad. Su doctrina, conocida como pelagianismo, afirmaba la excelencia de la creación y del libre albedrío, en detrimento del pecado original y de la gracia, por lo que se opuso públicamente a las enseñanzas de las Confesiones de San Agustín. Al caer la ciudad en manos de los godos de Alarico en el 410, ambos hubieron de emigrar al norte de África. Allí tuvo que hacer frente a los ataques de san Agustín, quien logró la condena de su doctrina en varios concilios africanos (411, 416, 418) y en el concilio de Éfeso (431). En 412 se instaló en Palestina, donde redactó De libero arbitrio (416), en respuesta a sus cada vez más numerosos detractores. Sus esfuerzos resultaron inútiles y al año siguiente fue excomulgado por el papa Inocencio I
(Roma, c. 500-?, 561) Papa (556-561). Opuesto al origenismo, fue designado papa por imposición del emperador Justiniano I tras aceptar la condena de los Tres Capítulos, que había defendido en tiempos del papa Vigilio. Por este motivo tuvo que superar una fuerte oposición del clero romano, que dudaba de su ortodoxia