Rey de Portugal (1357-1367). Hijo de Alfonso IV y de Beatriz de Castilla. Casado por poderes con Constanza, hija del infante de Castilla don Juan Manuel (1336), tomó como a amante a una dama de Constanza, Inés de Castro, con la que casó al morir su esposa (1345). Por la influencia de los hermanos de Inés sobre el príncipe, Alfonso IV dio el consentimiento para el asesinato de Inés, lo que provocó la rebelión del infante (1355-1357). Al acceder al trono, hizo ejecutar a los asesinos de su esposa. En las Cortes de Elvas (1361) apoyó al estamento burgués frente a la nobleza y al clero. Se alió con Pedro I de Castilla, mantuvo negociaciones con Pedro IV de Aragón y se mantuvo neutral en la guerra que enfrentaba a estos dos reyes
( Pedro I Karageorgevich o Karagjorgjevic; Belgrado, 1844 - Topcider, 1921) Rey de Serbia. Fue el último rey de Serbia y el primero del reino serbio-croata-esloveno, que más tarde daría lugar a Yugoslavia
Fue el tercer hijo de Alejandro Karageorgewitch y de su esposa Persida. Se convirtió en heredero al trono serbio tras la muerte de su hermano Svetozar (1847). Después de que su padre fuese obligado a abdicar (1858), Pedro vivió en el exilio durante los siguientes 45 años, en los que reinó en Serbia la casa de Obrenovich. Con 14 años marchó a Ginebra para completar sus estudios y en 1862 ingresó en la escuela militar de Saint-Cyr (París). Ingresó voluntario en el ejército francés durante la guerra franco-prusiana (1870-1871), sirviendo como lugarteniente y siendo condecorado con la Legión de Honor por su heroísmo.
En 1875 Pedro organizó un ejército de voluntarios, sufragado con su propia fortuna, para luchar de parte de los serbios de Herzegovina levantados contra Turquía; cuando Serbia declaró la guerra a Turquía en 1876, Pedro ofreció su ayuda al príncipe Milano, que no la aceptó. En 1883 fue nombrado senador honorífico de Montenegro y ese mismo año casó con Zorka, primogénita del príncipe Nicolás de Montenegro, que murió en 1890, no sin antes haberle dado tres hijos: Elena (nacida en 1884), Jorge (nacido en 1887) y Alejandro (nacido en 1888)
En 1903 Pedro fue elegido rey de Serbia (10 de junio), a la muerte por asesinato del epígono de la dinastía Obrenovich, el rey Alejandro. Aunque el principio de su reinado se vio oscurecido por la imposibilidad política de castigar a los asesinos de su antecesor, su reputación como liberal (tradujo el ensayo de John Stuart Mill On Liberty en 1885) y su vocación constitucional le ayudaron a tomar el control de la situación política en Serbia y a ganar reconocimiento en el exterior. Desde que subió al poder, Pedro desarrolló una política exterior tendente a romper los fuertes lazos con Austria, establecidos por Milano I (que reinó desde 1868 hasta 1889, primero como príncipe y después como rey de Serbia) y a consolidar las relaciones con Rusia.
En política interior modificó la constitución, el ejército y el sistema educativo y potenció la puesta en práctica de nuevas técnicas agrícolas. La principal figura política de su reinado fue Nikola Pai, que dirigió las campañas durante las guerras balcánicas de 1912 y 1913 y consiguió importantes victorias sobre Turquía y Bulgaria; el aprovechamiento político de dichas victorias por parte de Pedro le proporcionó gran autoridad y respeto en su país, del que habían carecido sus inmediatos antecesores.
En junio de 1914, por causa de su avanzada edad y su precario estado de salud, Pedro nombró regente a su heredero, el príncipe Alejandro Karageorgevic (tras la renuncia de su hermano Jorge), delegando en él la mayoría de sus funciones. Pero tras el estallido de la Primera Guerra Mundial y la invasión de Serbia por parte de las Potencias Centrales (Alemania y Austria), volvió a la política activa y siguió de cerca las vicisitudes de su ejército, participando en 1915 en la retirada de las tropas del Adriático (llevado en una litera).
Tras la derrota del ejército serbio abandonó Serbia y se refugió en Salónica, donde se dedicó a reorganizar las tropas, que en septiembre de 1918 tomaron parte en la ofensiva del frente oriental. Al final de la guerra volvió a Belgrado, donde el 1 de diciembre de 1918 fue nombrado rey de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con un territorio engrandecido y siguiendo su sucesor como regente