Diplomático peruano. Estudió en la Universidad Católica de su ciudad natal. Además de ser abogado, en 1944 fue profesor de derecho internacional e ingresó en la carrera diplomática. Fue embajador de su país en Suiza de 1964 a 1966 y, al mismo tiempo, en la Unión Soviética y Polonia, de 1969 a 1971. Representó a Perú ante los Gobiernos de Francia, Gran Bretaña, Brasil, Suiza, Unión Soviética y las Naciones Unidas.
En 1975 fue designado representante de la ONU en Chipre durante dos años. Intervino en Zambia, Afganistán e Indochina como subsecretario general para cuestiones políticas especiales. En 1979 regresó al servicio diplomático del Perú y desde enero de 1982 hasta diciembre de 1991 ocupó el cargo de secretario general de la ONU, sucediendo a Kurt Waldheim. Durante la invasión de Irak a Kuwait desempeñó un infructuoso papel en el conflicto, que desembocó en la Guerra del Golfo Pérsico y que terminó con la retirada de las tropas iraquíes del emirato un mes después
En 1994 aceptó presentarse como candidato a la presidencia de su país, apoyado por los partidos de oposición a Fujimori; en la elecciones de 1995, Pérez de Cuellar se quedó a 20 puntos del presidente, Alberto Fujimori.
Sus actuaciones como mediador y negociador en política le han merecido el reconocimiento de la comunidad internacional, lo que se muestra en los numerosos premios y distinciones que ha recibido a lo largo de su carrera política, entre los cuales se encuentre el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional de 1987; además, ha sido investido doctor Honoris causa por varias universidades y es miembro de la Academia Francesa de Ciencias Morales y Políticas
(Fernán Pérez de Guzmán, señor de Batres; ?, c. 1376-Batres, 1460) Escritor español, bisabuelo de Garcilaso, tío del Marqués de Santillana y sobrino del canciller López de Ayala. Participó como militar y político en las luchas intestinas del reinado de Enrique III el Doliente; en el de Juan II se alineó contra Álvaro de Luna, cayó en desgracia y sufrió prisión. Al recobrar la libertad se retiró a su señorío de Batres, dedicado a las letras hasta su muerte. Fue poeta de decires y cantigas amorosas en su Cancionero de Baena y en la Confesión rimada; cultivó la poesía devota en De loores divinos a los maytines y los cantos heroicos en Loores de los claros varones de España, pero su obra más importante está en prosa: Mar de Historias y Generaciones y semblanzas, retratos de sus más importantes coetáneos