Química francesa. Colaboradora de la doctora Marie Curie, en 1939 descubrió un nuevo elemento radioactivo natural, al que denominó francio, que ocupa el número 87 de la actual tabla periódica de elementos. Fue la primera mujer que ocupó un sillón en la Academia de Ciencias de Francia
Perey realizó sus estudios superiores en la Facultad de Ciencias de la Universidad de París, donde se doctoró en Ciencias Físicas con los más altos honores. En 1929 empezó a trabajar, en calidad de preparadora particular de la doctora Curie, en el Instituto de Radio de París, centro que abandonó tras ser nombrada agregada de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).
Nombrada, en 1946, profesora de investigación del CNRS, Perey pasó posteriormente al Instituto de Investigaciones Nucleares de Estrasburgo, con el cargo de administradora; allí trabajó desde 1958 hasta su fallecimiento, alternando esta ocupación con sus labores de profesora titular de Química nuclear en la Universidad de la misma ciudad
A lo largo de su dilatada carrera científica, Perey enfocó la mayor parte de su tiempo en la investigación de las propiedades físicas, químicas y biológicas de diferentes sustancias radiactivas, tanto naturales como artificiales. Su labor y contribución a la ciencia fueron recompensadas al obtener el Gran Premio Científico de París (1960), y al ser laureada por la Academia de Ciencias de Francia en dos ocasiones (1950 y 1960), premios a los que se sumó la concesión, en 1964, de la prestigiosa medalla de plata Lavossier, otorgada por la Sociedad Química de Francia
(Amberes, c. 1530-México, c. 1600) Pintor flamenco. En 1558 se trasladó a Lisboa y más tarde a Madrid, donde trabajó como retratista de la corte. En 1566 fue a Nueva España, alcanzando con su pintura gran fama en México. Se le atribuyen numerosas obras, en su mayor parte perdidas; entre las conservadas destacan, entre otras, las diez tablas del retablo de Huejotzingo (1586), en las que se percibe la influencia de Durero. También es obra suya el San Cristóbal (1585)