Militar y político boliviano que fue presidente de la República en 1978. Criado en una familia de la clase media (su padre era español emigrado), Juan Pereda se enroló en el ejército siendo muy joven, concretamente en el Colegio Militar de Aviación. Después de graduarse en esta institución, estudió aeronáutica en Argentina y en Italia.
Tras su regreso a Bolivia, desempeñó diversos cargos en la administración, entre ellos el de Agregado Aeronáutico de la Embajada de Bolivia en Perú, ministro de Comercio e Industria y ministro del Interior. Tras la llegada al poder del general Hugo Bánzer (1972), Pereda Asbún se convirtió en uno de sus hombres de confianza, y ocupó en 1977 el puesto de Jefe del Arma Aérea dentro del ejército boliviano
La confianza de Bánzer en Pereda Asbún fue tal que en 1978, ante la presión de las fuerzas políticas del país para que Bánzer convocase elecciones democráticas, el general designó al propio Juan Pereda como candidato de su partido. La batalla en las urnas fue seguida con expectación por todo el país, batalla que finalizó el 9 de julio con la victoria de Pereda Asbún. No obstante, el Tribunal Electoral demostró con pruebas fehacientes que el general había cometido fraude electoral, por lo que Hugo Bánzer suspendió el plebiscito.
A los pocos días, el 21 de julio, Pereda Asbún encabezó un golpe de estado militar que expulsó del Palacio de Gobierno a Bánzer, asumiendo el control dictatorial del país. El militar saliente comenzó una serie de movilizaciones políticas alrededor del nuevo partido político creado por él, Acción Democrática Nacionalista (ADN), lo que minó el endeble y frágil gobierno de Pereda.
Finalmente, el 24 de noviembre de 1978, otro militar, David Padilla Arancibia, comandó un nuevo golpe de estado que finalizó con la dictadura de Pereda Asbún e inició la transición hacia el gobierno democrático de Bolivia bajo el presidente Guevara Arze. Desde entonces, Pereda Asbún se apartó de la política boliviana
(Valladolid, c. 1608-Madrid, 1678) Pintor español. Estudió en su ciudad natal con su padre y en Madrid con Pedro de las Cuevas. Instalado en Madrid, logró al principio de su carrera algunos encargos por parte de Felipe IV (El socorro de Génova por el marqués de Santa Cruz, 1634). Su obra, de carácter barroco, se sitúa en la línea de Zurbarán y de Velázquez y muestra lecciones e influencias flamencas. Cultivó el cuadro religioso, el bodegón y, sobre todo, la vanidad, género en el que logró uno de sus más grandes aciertos (El sueño del caballero)