Compositor italiano. A pesar de su corta vida, fue autor de una obra tan considerable como original, en la que se anuncian los acentos del estilo galante vigente en la música europea de mediados del siglo XVIII. De origen humilde, dio muestras de una salud precaria desde su más tierna infancia. Tras seguir estudios musicales con maestros como Francesco Durante, el drama sacro San Guglielmo d’Aquitania (1731) significó el inicio de su madurez como compositor. Con posterioridad a dicha obra, los títulos para la escena se sucedieron uno tras otro, destacando entre ellos la ópera bufa Lo frate ‘nnamorato (1732), las óperas serias Il prigionier superbo (1733), Adriano in Siria (1734) y L’Olimpiade (1735), y, sobre todo, el intermezzo cómico La serva padrona (1733). La representación póstuma en París (1752) de esta última partitura provocó la llamada «querelle des bouffons» entre los partidarios de la tradición operística francesa y los de la italiana, encabezados por Rousseau. De la producción de Pergolesi cabe citar así mismo un emocionante Stabat mater, su postrera obra
(Montevideo, 1941) Escritora uruguaya. Hija de una maestra, Cristina Peri Rossi se interesó por la música y la literatura desde muy temprana edad. Cursó estudios de Letras en la Universidad de Montevideo, donde en 1963 impartió clases como profesora de Literatura Comparada. Inició su carrera literaria ese mismo año con la publicación de una recopilación de relatos titulada Viviendo.
Cristina Peri Rossi
Posteriormente, publicó las novelas Los museos abandonados (1968) y El libro de mis primos (1969), con las que consiguió los más importantes galardones de su país: el Premio Arca en 1968 y el Biblioteca de Marcha en 1969. Se exilió de Uruguay en 1972, instalándose de forma definitiva en Barcelona. Una vez en España, ejerció como profesora de Literatura Comparada y Literatura Latinoamericana en la Universidad Autónoma de Barcelona, y colaboró en las revistas literarias Quimera y El Viejo Topo, y en los periódicos El País y La Vanguardia.
Escritora comprometida, los temas de sus obras giran alrededor de conceptos como el amor, la libertad del individuo frente a la opresión del poder y el feminismo. El humor corrosivo sirve como arma con la que combatir las penalidades del exiliado en un país extranjero y el amargo recuerdo de las iniquidades que anidan en todas las dictaduras. Entre sus siguientes novelas y relatos destacan Indicios pánicos (1970); La tarde del dinosaurio (1976), libro de relatos prologado por Julio Cortázar; Ulrra lactucra y cotras (1976), obra que obtuvo el Premio Pérez Galdós, pero que acabó por no publicarse; La rebelión de los niños (1980); y las recopilaciones de ensayos y relatos tituladas El museo de los esfuerzos inútiles y El ángel caído, ambas de 1983.
Otras de sus obras en prosa son La nave de los locos, de 1984; Una pasión prohibida (1986); Fantasías eróticas (1991); La última noche de Dostoiesvki y La ciudad de Luzbel, ambas de 1992; Cosmoagonías (1994); y, finalmente, Desastres íntimos, Solitario de amor y El amor es una droga dura, las tres de 1999.
En el campo de la poesía destacan las siguientes obras: Evohé (1971); Descripción de un naufragio (1975); Diáspora (1976); Lingüística general (1979); El deseo del bosque (1980); La mañana después del diluvio (1984); Europa después de la lluvia (1986); Babel bárbara (1991); Otra vez Eros (1994); Aquella noche (1996); Poemas de amor y desamor (1998); y Las musas inquietantes (1999). La obra poética le reportó los premios Ciudad de Palma de 1975 y Ciudad de Barcelona de 1991. Además de escritora, Cristina Peri Rossi tiene una extensa carrera a sus espaldas como traductora del francés, italiano y portugués