Político italiano. Realizó las carreras de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales. En la Primera Guerra Mundial fue condecorado por su valor militar. Al término de la contienda trabajó como abogado e ingresó en el Partido Socialista, trabajando como activista desde su bufete. Su marcada oposición al fascismo fue causa de que fuera encarcelado en varias ocasiones; en 1919, a raíz de la publicación de un folleto en el que rebatía un discurso de Mussolini; en 1926 fue de nuevo condenado a prisión, pero consiguió escapar a Milán y luego a Francia, país que le concedió asilo político.
En París realizó diversos trabajos, siempre bajo nombres falsos; después pasó a Niza, donde hizo amistad con Blasco Ibáñez y con Miguel de Unamuno, que se habían exiliado allí. En Francia instaló una emisora de radio clandestina desde la que lanzaba sus mensajes contra el fascismo, lo que fue causa de que, en 1929, fuera procesado y condenado a prisión hasta 1943, cuando la caída del fascismo le devolvió la libertad. Se integró en el primer comité ejecutivo del Partido Socialista y combatió contra los alemanes hasta que fue hecho prisionero por las SS y condenado a muerte; sin embargo, logró escapar de la cárcel y se trasladó a Milán, donde se puso al frente de la presidencia del partido y dirigió la resistencia, en acciones como la insurrección de Florencia.
Al término de la contienda se dedicó al periodismo, trabajo que solapaba con su actividad en la política, dentro de la cual fue afianzando su posición; de ocupar la secretaría del partido, pasó en un año a ser diputado de la Asamblea Constituyente y senador de la República. Durante esta etapa no descuidó sus labores periodísticas: dirigió el periódico Avanti, y luego diario Il lavoro. En 1953 fue condecorado con la Medalla de Oro al Valor Militar y, ese mismo año, fue elegido miembro de la Cámara de Diputados, en la que fue vicepresidente de las comisiones de Asuntos Constitucionales y del Interior. En 1963 fue elegido vicepresidente de la Cámara y cinco años más tarde presidente de la misma.
Accedió a la presidencia de la República en 1978 y pronto se distinguió por su rotunda oposición a las prácticas fraudulentas de numerosos dirigentes políticos, incluso de su propio partido; así, llegó incluso a negarse a colaborar con la tentativa del secretario general del PSI, Bettino Craxi, de negociar con las Brigadas Rojas para conseguir salvar la vida de Aldo Moro, el líder de la Democracia Cristiana, que había sido secuestrado por esta organización armada de extrema izquierda.
Esto le valió el reconocimiento de sus conciudadanos, entre quienes siempre gozó de una gran popularidad, y le otorgó un enorme prestigio internacional, que se vio reforzado por su encendida defensa de los valores democráticos y su frontal rechazo a la escalada armamentística promovida por ambas superpotencias. Su naturalidad y sencillez se pusieron de manifiesto durante la final de la Copa del Mundo de fútbol, celebrada en Madrid en julio de 1982, durante la cual celebró en el palco con gran entusiasmo los goles y el triunfo final de la selección italiana frente a la de Alemania, en una imagen que dio la vuelta al mundo y contribuyó a engrandecer la estima popular hacia su persona
El 7 de mayo de 1983 firmó el decreto de disolución del Parlamento italiano, poniendo fin así a la VIII Legislatura, como única salida posible a la crisis abierta a finales de abril por los socialistas de Bettino Craxi. Sandro Pertini fue sustituído en la presidencia de la República italiana por Francesco Cossiga, el 3 de julio de 1985. En diciembre de este mismo año rechazó el cargo de presidente del Partido Socialista Italiano que su Secretario General y por entonces presidente del Gobierno, Bettino Craxi, le ofreció. A partir de entonces permaneció alejado de la vida pública, dedicado a su familia y amigos. En 1990 murió a consecuencia de un accidente doméstico; sus cenizas reposan en Stella, el pueblo que le vio nacer.
(Joan Perucho Gutiérrez; Barcelona, 1920-2003) Escritor español en lengua catalana que ha destacado por su narrativa paródica, satírica y erudita. Su conocida fama de bibliófilo ha influido notablemente en su literatura, erudita tanto por las referencias explícitas, procedentes de los más diversos ámbitos de la cultura y a menudo extrañas o muy poco conocidas, como estructurales e implícitas (modelos de la narrativa gótica, bizantina, fantástica o folletinesca), pero también distanciada e irónica, muy en la corriente del revival nostálgico que caracteriza algunas tendencias posmodernistas.
Esto ya aparece en el Llibre de cavalleries (1957) y Les Històries Naturals (1960), traducida esta última a veintidós idiomas y recogida en el polémico canon occidental de H. Bloom. Tras sus primeros escritos en Alerta (1943-1944), colaboró desde la clandestinidad en la primera revista literaria catalana de postguerra, Poesia (1944-1945), y en su sucesora, Ariel (1946-1951), consciente según propia confesión de la apuesta por la supervivencia colectiva que implicaba la escritura en catalán.
De este impulso surgen sus primeros libros de poemas Sota la sang (1947) y Aurora per vosaltres (1951), donde los rasgos postsimbolistas y surrealistas aprendidos en los poetas de preguerra se tiñen ahora de tonos existencialistas. Entre tanto accede a la carrera judicial (1947), cuya excedencia voluntaria (1980) le permitirá gozar con mayor sosiego de su vocación de escritor. Participó, por su relación con C. Riba, en los célebres Congresos de Poesía de Segovia, Salamanca y Santiago de Compostela. El poemario con el que obtuvo en 1953 el premio Ciudad de Barcelona fue El Médium, y el siguiente y último de su primera época El país de les meravelles (1956).
A 1953 pertenecen también sus primeras prosas de ficción Diana i la Mar Morta de fuerte contenido autobiográfico. A partir de 1960 entra a colaborar en Destino, donde ejercerá la crítica de arte con una sección fija. Sus escritos periodísticos están en la base de originales piezas literarias, híbridos entre el ensayo y la ficción, donde da rienda suelta a una particular poética de lo imaginario, a la par que a su reconocido enciclopedismo (historia, arte, gastronomía, ciencias ocultas, etc.). De este talante poliédrico surgen sus obras más emblemáticas, entre las que destacan: Roses, diables i somriures (1965); Histories apòcrifes (1974), Els balnearis (1975), Monstruari fantàstic (1975) o Botànica oculta (1980).
En 1981, regresa al género novelístico con Les aventures del cavaller Kosmas, que le vale el premio Ramon Llull. Le seguirán otras, pero sin duda la cumbre cualitativa llega en 1983 con Pamela (cuya protagonista está inspirada en su homónima dieciochesca). En 1992 publica un retablo de textos memorialísticos, Els jardins de la melanconia, y en 1995 recibe el Premi Nacional de Literatura por el ensayo novelístico El Baró de Maldà i les bèsties de linfern.
En la década de 1980 comienza a ser conocido por el gran público, y vuelve, de forma ininterrumpida ya, a la poesía: Itineraris d´Orient (1985), Cendres i diamants (1989) y Els jardins botànics (1996), son los títulos más significativos del período. Paralelamente, se reedita la mayor parte de su obra y aparecen numerosos libros de artículos y narraciones más o menos heterogéneos (como Monstres i erudicions, 1990) o misceláneas que encuentran fácilmente un punto de sutura, como La gespa contra el cel (1993) o Els pares del desert (1998). Perucho formó parte de la Reial Acadèmia de Bones Lletres desde 1976, le fue concedida la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya en 1991 y fue nombrado doctor Honoris causa por la Universidad Rovira i Virgili en 1997. Asimismo, en 2002 fue galardonando con el Premio Nacional de las Letras