Pintor francés de origen hispanocubano. Comenzó su carrera artística en el ámbito del impresionismo y el fauvismo, con obras fáciles que le proporcionaron un gran éxito comercial. Pero su temperamento inquieto y subversivo le llevó a buscar caminos más comprometidos, por lo que entró en la órbita del cubismo con obras caracterizadas por la incorporación de elementos simbólicos y de títulos y frases sin ninguna relación con el tema.
Sus contactos con Marcel Duchamp en Nueva York, donde estuvo en varias ocasiones durante la década de 1910, y con el grupo dadaísta de Zurich, lo llevaron a decantarse por el dadaísmo como tendencia artística preferida. A este período corresponde su estilo más característico, llamado maquinista por centrarse en la representación de máquinas, que en ocasiones son símbolos de los seres humanos y a veces hacen referencia al mito del maquinismo, del desarrollo industrial a ultranza.
Pero quizá, más que a la creación artística, la influencia de Picabia en las generaciones posteriores se deba a la tarea intelectual, de provocación cultural, que llevó a cabo desde las revistas 391, fundada por él en Barcelona en 1917, y 491, fundada en París en colaboración con Breton. A partir de 1919, frecuentó en París el grupo surrealista, y en 1924 realizó la memorable escenografía para la película Entr´acte, de René Clair.
En 1925 se estableció en la Costa Azul, donde desarrolló un nuevo estilo pictórico que se ha definido como de los monstruos y las transparencias, y más tarde volvió de nuevo al surrealismo. Su pintura es, por ello, muy variada, con constantes cambios de temática y estilo, aunque dentro, casi siempre, del mundo de lo imaginario y lo simbólico. Las ideas que pregonó desde sus publicaciones contribuyeron a la difusión de las vanguardias
(San José, 1900-Managua, 1960) Político costarricense. Dirigente del Partido Conservador, ministro de Educación (1932) y presidente de la República (1944-1948), provocó la guerra civil al no reconocer el triunfo de Otilio Ulate en las elecciones de 1948, por lo que hubo de exiliarse