Político chileno, presidente de la República desde marzo de 2010, cuya victoria en las elecciones presidenciales puso fin a un periodo de veinte años de gobiernos progresistas
Proveniente de una familia vinculada con la Democracia Cristiana, estudió ingeniería comercial en la Pontificia Universidad Católica de Santiago (Chile) y en Harvard (Estados Unidos). Fue consultor de destacadas entidades financieras, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, además de gerente del Banco de Talca y presidente de Citicorp. Empresario de éxito, ha acumulado una gran fortuna con inversiones en diferentes sectores (desde aerolíneas hasta supermercados).
En 1988 votó negativamente en el referéndum por extender el mandato de Augusto Pinochet ocho años más. Miembro del Partido Renovación Nacional, fue senador entre 1990 y 1998. En 2005, como candidato de la Alianza por Chile, fue derrotado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales por Michelle Bachelet.
Fue elegido presidente de la República en segunda vuelta en los comicios de enero de 2010, imponiéndose al candidato de la Concertación y ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Piñera tomó posesión del cargo el 11 de marzo de 2010, en medio de las fuertes réplicas del terremoto que el 27 de febrero del mismo año había provocado una gran catástrofe en el país
La victoria de Piñera se ha interpretado como muestra definitiva de la madurez democrática del país. Las urnas daban por cerrado uno de los períodos más trascendentales de la historia de Chile, el de los gobiernos de la centroizquierdista Concertación de Partidos para la Democracia, jalonado por las presidencias de Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010), que siguieron a la dictadura de Augusto Pinochet.
El balance de estos veinte años puede calificarse de muy positivo, sobre todo al comparársele con las vicisitudes políticas y económicas vividas por países del mismo ámbito geográfico. Los gobiernos de la Concertación consolidaron de modo pacífico el régimen democrático, venciendo las últimas barreras jurídicas establecidas por la dictadura militar. La estabilidad derivada de esta situación contribuyó a un crecimiento económico continuado, que incrementó las filas de las clases medias y redujo a la mitad los índices de pobreza. No obstante, desde distintos sectores se criticó el progresivo deterioro de servicios públicos como la salud, la educación, el transporte público y la seguridad ciudadana. Estos factores contribuyeron a la derrota de la formación gubernamental, aunque no menos que la desmembración electoral de la Concertación, pues dos antiguos miembros de esta alianza se postulaban por separado al candidato oficialista, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle
Las principales bazas de Sebastián Piñera estribaban en su pasado opositor al régimen pinochetista, que lo libraba de los reproches recibidos por otras personalidades de la derecha chilena, y en su propia y triunfal carrera profesional, que reforzó sus promesas de acierto en la gestión de las cuentas públicas. Su mensaje electoral tuvo, a juicio de sus rivales, ciertos ribetes populistas, con claras alusiones a la necesidad de aliviar las cargas de las clases medias y populares y al endurecimiento de penas para los delincuentes, pero también algunos detalles progresistas en materia de derechos civiles, como su disposición a legalizar las uniones de personas homosexuales.
(Cárdenas, 1912 - La Habana, 1979) Poeta, narrador y dramaturgo cubano considerado uno de los autores más originales e independientes de la literatura de la isla, a veces catalogado como integrante de la "literatura del absurdo"
Su vida estuvo marcada por numerosos viajes, sobre todo a Buenos Aires, donde vivió una larga temporada, entre 1946 y 1958. En una primera etapa colaboró en publicaciones cubanas como la revista Orígenes, de gran trascendencia en el panorama literario insular, ya que en su entorno figuraron escritores como J. Lezama Lima y C. Vitier, con quien Piñera mantuvo más de una polémica.
Su relación con Argentina se inició en 1943, a través de una singular correspondencia con el director de Papeles de Buenos Aires, A. de Obieta, hijo de Macedonio Fernández, a quien solicitó colaborar en su revista, a partir de lo cual se relacionó con el grupo de escritores argentinos liderados por Macedonio, que incluía a J. L. Borges. De regreso a La Habana, en vísperas de la Revolución, asistió allí al estreno de algunas de sus obras teatrales y colaboró en La Gaceta de Cuba.
Maestro en el arte de jugar con el absurdo, también como poeta se forjó un merecido reconocimiento con obras como Las furias (1941) o La isla en peso (1943), cuya singularidad se hizo evidente en La vida entera (1968), el libro que resume y antologa los temas constantes de su obra. Su lírica se hizo un lugar en las letras hispanoamericanas como una exploración inédita del inconsciente y de sus posibilidades formales, búsqueda que mantuvo en los restantes géneros que frecuentó.
Entre sus libros de relatos sobresalen Cuentos fríos (1956), Un fogonazo (1967) y Muecas para escribientes (1968), y entre sus obras de teatro Electra Carrigó (1941), El filántropo (1960) y, sobre todo, Dos viejos pánicos, que obtuvo el premio Casa de las Américas en 1968.
En la novela mostró su maestría formal y la densidad de su propuesta: La carne de René (1952), describe un mundo fantástico que no deja de ser vivo reflejo de lo cotidiano; en Pequeñas maniobras (1963) recrea la vida de un hombre deshecho por el miedo; en Presiones y diamantes (1967), reconstruye una sociedad fría donde ya no hay lugar para la comunicación, proceso que culmina en El que vino a salvarme (1970). Otras obras aparecidas póstumamente fueron En el país del arte (ensayo), Teatro inédito y parte de su archivo epistolar