Familia de músicos austríacos. Ignaz fue discípulo de Haydn y ejerció como maestro de capilla de la catedral de Estrasburgo (1789-1795); con posterioridad, se trasladó a París, donde fundó una editorial y una fábrica de pianos. Es autor de un Método de piano y de abundante música de cámara (64 cuartetos), instrumental (para violín y piano) y sinfónica.
Camille (Estrasburgo, 1788-París, 1855), hijo del anterior, heredó la fábrica de pianos de su padre, que bajo su dirección adquirió fama internacional. Fue amigo de Chopin. Su esposa, Camille-Marie, nacida Moke (París, 1811-Saint-Josse-ten-Noode, 1875), fue una pianista célebre y escribió música de cámara y sonatas
(Berlín, 1892 - Avegno, 1955) Escritor alemán. Creció en el seno de una familia numerosa, de condición humilde, y empezó muy pronto a ganarse el pan y a conocer el mundo. Viajó por Austria, Hungría y Holanda. En 1914 se enroló en la Marina imperial, y en 1918 participó en el motín de los marineros de Wilhelmshafen, experiencia fundamental para su formación ideológica. Durante la revolución de 1919, fue redactor del órgano del Consejo de Soldados y fundó el panfleto anarquista Verlag der Zwölf.
Tras un nuevo período de vagabundeo (viajó por América Latina y Australia) se dio a conocer en Alemania y en el extranjero gracias a dos novelas: Los servidores del emperador (1929), en la que denunciaba las prácticas inhumanas de la Marina militar, y Der Kaiser ging, die Generale bleiben (1932), obra polémica escrita para desenmascarar la verdadera cara de la República de Weimar.
En 1933, cuando los nazis quemaron sus libros en las plazas públicas, Theodor Plievier emigró a la Unión Soviética con su esposa, la ex actriz Hildegard Piscator. Allí se adhirió al comité "Freies Deutschland", fundado por los alemanes resistentes al nazismo. Durante el período moscovita escribió los nueve cuentos de Das gefrorene Herz (El corazón helado), de 1946, centrados en el tema de la guerra, vista como "locura y delito".
En el transcurso de la batalla de Stalingrado, entrevistó a muchos de sus compatriotas prisioneros de los rusos, leyó cartas, diarios de combatientes y boletines de guerra de ambos bandos, y utilizó todo este material para escribir su novela testimonial Stalingrado (Stalingrado, 1945), que se tradujo a todos los idiomas, fue el mayor éxito editorial de la posguerra y sigue siendo la mejor obra de Theodor Plievier, a pesar de algunas limitaciones.
Los volúmenes sucesivos, Moscú (Moskau, 1952) y Berlín (Berlin, 1954), pensados para formar una trilogía junto al anterior, carecen de la inmediatez narrativa del cronista de la aniquilación del sexto ejército alemán en Rusia. Al regresar a Alemania siguiendo al Ejército Rojo, Plievier se estableció en Weimar pero, fiel a su anarquismo juvenil y en oposición al comunismo estalinista, optó por trasladarse a la neutral Suiza