Dinastía de políticos ingleses. Thomas Pitt fue miembro del Parlamento después de la «Gloriosa Revolución», en 1689-90. Entró en conflicto con la Compañía Inglesa de Indias Orientales por sus negocios en la India; incapaz de impedir sus actividades, la Compañía le contrató en 1694 y le nombró gobernador de Madrás en 1697-1709. También fueron miembros del Parlamento su hijo Robert y su nieto William Pitt, el Viejo (1708-78), el estadista que convirtió a Inglaterra en una potencia colonial. Llegó a la Cámara de los Comunes en 1735 y pronto se convirtió en líder del grupo de jóvenes renovadores del partido Whig que criticaban a su jefe, Walpole. Obtuvo varios cargos relacionados con las finanzas, en los cuales demostró una honestidad poco corriente en aquella época.
El apoyo que le prestaron los medios de negocios de Londres hizo que Jorge II le nombrara secretario de Estado al iniciarse la Guerra de los Siete Años (1756-63). Demostró talento como estadista, aprovechando la guerra para acabar con la presencia francesa en la India y Canadá. En 1761 el nuevo rey, Jorge III, prefirió prescindir de sus servicios. Tuvo que llamarle de nuevo en 1766 a formar gabinete, al tiempo que le nombraba conde de Chatham; pero se retiró al año siguiente, aquejado de gota.
Fue el padre del Imperio colonial británico, no sólo por el acierto con el que condujo la guerra contra Francia, sino porque comprendió que el futuro de Inglaterra como potencia estaba ligado a su expansión ultramarina; su legado incluyó también la educación política de su hijo, William Pitt, el Joven (1759-1806). Abogado, formado en Cambridge, entró en los Comunes en 1781, en el gabinete en 1782 (como ministro de Hacienda), en 1783 -con 24 años- ya era primer ministro (cargo que mantuvo hasta 1801) y en 1784 ganaba unas elecciones por abrumadora mayoría.
Al igual que su padre, se había erigido en líder de los whigs independientes contra el gobierno de Fox (también whig). Su labor inicial consistió en reparar los daños causados por la Guerra de Independencia de Norteamérica (1775-83): amortizó la deuda pública y saneó las finanzas del Estado, abrió el comercio británico al libre cambio, sometió la Compañía Inglesa de Indias Orientales al control del gobierno, mejoró la situación de los católicos irlandeses y evitó que la demencia temporal de Jorge III fuera aprovechada por el príncipe de Gales para hacerse con el poder.
El estallido de la Revolución francesa (1789), que inicialmente miró con buenos ojos (ya que debilitaba a una potencia rival), le llevó a adoptar posturas conservadoras para impedir la extensión del movimiento revolucionario: limitó las libertades públicas y apoyó financieramente a los enemigos de Francia en el continente. En 1793, ante el éxito militar de la Francia revolucionaria, que no sólo conseguía defenderse, sino que invadía los Países Bajos, Pitt decidió entrar en guerra y ponerse a la cabeza de la coalición de monarquías europeas que luchaban contra la República francesa (Prusia, Austria, Nápoles, España, Portugal, Holanda, el Imperio alemán y la mayor parte de los Estado