Poeta latino. Sus versos le granjearon la ayuda de Augusto y de Mecenas y la amistad de poetas como Ovidio y Virgilio. Imitó a los alejandrinos, especialmente a Calímaco, de quien tomó el afán por la erudición y el estilo preciosista. Dio a la mitología un valor artístico, de tal manera que los temas cobran nueva forma y sentido a través de su pasión de poeta, de su concepto trágico del amor y de su imaginación llena de patetismo. Su obra se compone de cinco libros de Elegías, que contienen sus poemas amorosos (dedicados a Cintia), anacreónticos y de circunstancias, así como cartas
(cerca de Burdeos, c. 390-?, entre 455-463) Inició la controversia con los semipelagianos marselleses y se carteó con San Agustín (429), quien le envió alguno de sus tratados. A la muerte de san Agustín, marchó a Roma para solicitar el apoyo de Celestino I (431). Escribió De gratia Dei y Crónica, una historia universal que abarcaba desde la creación del mundo hasta el año 455