Poeta español. Tras estudiar derecho en Valencia, fundó, junto con Teodoro Llorente, la sociedad literaria La estrella y contribuyó a que el espíritu de la Renaixença impregnase las letras valencianas. Desde 1877 residió en Madrid, ya que ocupó diversos cargos en la dirección de compañías ferroviarias; sin embargo, esta permanencia en la capital de España no supuso para él ninguna influencia de las modas literarias predominantes, entre ellas, y como apunta el crítico Luis Guarner, el lirismo germánico y becqueriano y el realismo romo.
Además de escribir algunos poemas en catalán (fue mantenedor de los Juegos florales de Barcelona en 1872 y 1885), realizó también traducciones, en colaboración con Llorente, de Lord Byron (El corsario y Childe Harold). Su obra poética, reivindicada por los autores de la Generación del 98, fue recogida en el único libro que publicó en vida, Rimas (1877), compuesto por producciones inéditas y por diversos poemas que habían ido apareciendo en periódicos de la época como El miguelete, La opinión, Las provincias y La España moderna.
En su obra está presente la preocupación por la perfección formal, y temas como la religión, la familia o la patria. Destacan especialmente algunas de sus odas de tema pictórico, como la Oda a las Bellas Artes y la Carta a don Bernardo Ferrándiz acerca de la pintura, así como algunos de sus poemas religiosos (Jesucristo, Al eclipse), bélicos (A la guerra de África, A la paz) e intimistas (A la muerte de mi hermana Adela y Ausente).
Su lírica se resiente de la influencia de Quintana; sus mejores composiciones no son las escolásticas o cívicas, sino aquellas en que, con gracia limpia y elegante, expresa sus más íntimos sentimientos.
(Olanchito, Yoro, 1948) Poeta y cuentista hondureño, al que se considera representativo de las nuevas generaciones líricas de su país.
Realizó estudios de Filología en Costa Rica. Fue finalista del premio centroamericano Juan Ramón Molina en Tegucigalpa y la UNAH le concedió en 1992 el José Trinidad Reyes en reconocimiento a su obra. Ha pertenecido a los grupos culturales La Voz Convocada y Tauanka; el primero en la ciudad de La Ceiba y el segundo en Tegucigalpa.
Gran parte de su producción poética ha sido reproducida en el libro colectivo La voz convocada (1967) y varias antologías literarias. En el tratamiento de sus temas revela una sabia utilización de los recursos formales, desde la exploración en lo cotidiano a las referencias culturales, desde la indagación existencialista a las respuestas humanas en el devenir histórico. Para determinados críticos, su poesía se adhiere más a un tono conversacional que a un lenguaje eminentemente literario.
Entre sus libros de poesía destacan Porque no es espero nunca más volver (1974), Cuaderno de testimonios (1981), La vida como una guerra (1982), Sombra del blanco día (1987) y La memoria posible (1990). Como cuentista publicó El falso duende (1994).