Político argentino que fue presidente de la República de argentina desde 1904 hasta su muerte. Era nieto del héroe de la independencia argentina, Francisco Bruno de la Quintana. Estudió Derecho en la facultad de Universidad de Buenos Aires, donde años más tarde fue decano y ocupó la cátedra de Derecho Civil.
Empezó su carrera política como diputado provincial. Fue elegido varias veces senador y diputado por la provincia de Buenos Aires. En 1870 ocupó la presidencia de la Asamblea Constituyente; entre 1878 y 1880 presidió el Congreso. Junto a Roque Sáenz Peña encabezó en 1888 la delegación argentina que acudió al Congreso Sudamericano de Derecho Privado celebrado en Montevideo, y al año siguiente acudió a la Primera Conferencia Panamericana que tuvo lugar en Washington D.C. Allí luchó por la igualdad de los Estados, por el principio de no intervención y por el mantenimiento de la soberanía de las naciones. Fue uno de los principales impulsores de la elaboración de un plan de arbitraje para las Américas, lo que provocó que Argentina fuera considerada como la nación triunfante en la Conferencia.
Ocupó en 1892 durante un breve período tiempo la cartera de Interior en el gobierno de Sáenz Peña, pero abandonó el cargo para retirarse de la vida política. Tuvo que regresar al ministerio de Interior en 1893 para poner fin a una sublevación militar que se había extendido por las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Santa Fe. La dura política que ejerció sobre las provincias rebeldes hizo que fuera criticado por los radicales y otros partidos de la oposición, por lo que se decidió de nuevo a retirarse de la vida pública. Volvió de nuevo al Parlamento en 1903.
En 1904 fue el candidato de la oligarquía estanciera y del Partido de Nacional del presidente Roca a las elecciones presidenciales, en la que fue elegido como el más alto magistrado de Argentina. En su discurso de investidura, el 12 de octubre de 1904, trató de desmarcarse de la influencia de Roca. Su gabinete estuvo compuesto por Rafael Castillo en el ministerio de Interior, Carlos Rodríguez Carreta en Relaciones Exteriores, José Antonio Terry en Hacienda, Joaquín González en Justicia, Enrique Godoy en Guerra, Juan Martín en Marina, Emilio Frers en Agricultura y Adolfo Orma en Obras Públicas.
Su nombramiento provocó una fuerte respuesta social promovida por los sectores políticos de izquierda, sobre todo a raíz de la aprobación de la ley laboral, que consideraban que perjudicaba los intereses de los trabajadores. Lanzó un plan para la reactivación económica de argentina, cosa que logró, y el país comenzó a vivir una época de prosperidad que se prolongó hasta 1912. Para aumentar la población duplicó el numero de inmigrantes que eran aceptados en el país. Quintana inició la ampliación de Bahía Blanca; fundó luego, mediante un decreto, la Universidad Nacional de la Plata.
Para evitar la victoria de la oposición en futuras elecciones derogó la ley electoral aprobada durante el gobierno de Roca y también la que dividía al país en circunscripciones. El 4 de febrero de 1905 estalló en Buenos Aires una revuelta promovida por uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical, Hipólito Yrigoyen. Poco a poco, la rebelión, cuyo cerebro militar era el comandante Daniel Fernández, se extendió rápidamente a las provincias de Mendoza, Santa Fe y Córdoba. La reacción de Quintana fue rápida. Consiguió poner fin al levantamiento en Buenos Aires y envió al ejército contra los sublevados en Mendoza y Córdoba.
Los rebeldes que se encontraban en Córdoba secuestraron al vicepresidente Figueroa Alcorta y al gobernador de la provincia Vicente Olmos. Para llevar a cabo su liberación, el presidente les tenía que conceder la amnistía general; de lo contrario colocarían al vicepresidente en primera línea de fuego. Quintana se negó enérgicamente y los rebeldes acabaron por rendirse, con lo cual se restableció la paz en el país. Sin embargo, las presiones de la oposición continuaron hasta que se produjo su fallecimiento el 12 de marzo de 1906, cuatro años antes de que finalizase su mandato. Fue sustituido por el vicepresidente Figueroa Alcorta.
(Madrid, 1772- 1857) Escritor y político español. Manuel José Quintana estudió leyes y filosofía en Salamanca, donde fue discípulo de Meléndez Valdés.
Fue amigo de Jovellanos y de Cienfuegos y asimiló a su formación neoclásica las doctrinas de la ilustración dieciochesca (como reflejan sus odas A la paz entre España y Francia, 1795, y Al combate de Trafalgar, 1805, y sus dramas El duque de Viseo, 1801, y Pelayo, 1805).
Tras la invasión napoleónica, Quintana se unió a los grupos liberales que luchaban por la independencia. En 1808 publicó sus Poesías patrióticas y fundó el Semanario patriótico, publicado primero en Madrid y posteriormente en Cádiz. Trabajó activamente en la política de estos años redactando los manifiestos de la secretaría general de la Junta Suprema.
Con la llegada de Fernando VII al trono, Quintana sufrió presidio, recobrando su libertad tras el levantamiento de Riego. La evolución política que siguió a la muerte del monarca le restituyó en sus cargos y honores (ministro del Consejo Real en 1834, presidente de la Dirección de Estudios en 1836, e instructor de Isabel II en 1840). En 1855 fue coronado por la reina Isabel II como poeta nacional.
Formalmente, la obra poética de Manuel José Quintana se ajusta a los patrones neoclásicos y, en cuanto a su temática, acerca de cuestiones humanitarias y políticas, se acerca a la de la generación romántica posterior. Es autor de las odas A la paz entre España y Francia (1795) y Al combate de Trafalgar (1805), de las antologías Colección de poesías castellanas (1807) y La musa épica (1833), de los dramas El duque de Viseo (1801) y Pelayo (1805), de tres volúmenes de Vidas de españoles célebres (1807, 1830 y 1833) y de unas Cartas a lord Holland (1852). En 1814 ingresó en la Real Academia Española