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Biografía de Manuel Luis Quezón

Manuel Luis Quezón y Molina; Baler, 1878 - Nueva York, 1944

Político filipino que al frente del Partido Nacionalista alcanzó la presidencia de la Mancomunidad de Filipinas. Fue la máxima figura política del país durante la época del dominio estadounidense, falleciendo poco antes de ver cumplido su sueño de un Estado filipino independiente.

Después de finalizar los estudios primarios, se trasladó a Manila, obtuvo el bachiller en el colegio San Juan de Letrán de la capital filipina, y se matriculó en la Universidad de Santo Tomás para cursar la carrera de Derecho. Al estallar la guerra contra Estados Unidos abandonó sus estudios para unirse al ejército independentista. Finalizado el conflicto, reanudó su formación en leyes y una vez graduado, ganó una plaza de fiscal en la isla de Mindoro. En 1903 fue nombrado por las nuevas autoridades gobernador de su provincia natal, por la que se presentó y ganó el escaño en las primeras elecciones a la Asamblea filipina (octubre de 1907) en representación del Partido Nacionalista filipino, formación política de la que fue uno de sus fundadores.

En 1909 viajó a Washington tras ser designado por la Asamblea filipina comisionado en el Congreso de los Estados Unidos, cargo desde el que redactó un proyecto de ley para la concesión de la independencia, el Acta Jones -tomó su nombre de William A. Jones, el congresista a quien Quezón presentó el proyecto-. Tras la aprobación de dicha ley, que otorgaba mayores libertades a las Filipinas pero no una autonomía total, Quezón dimitió del cargo de comisionado y regresó triunfal a Manila. En las elecciones legislativas de octubre de 1916, ganadas de manera contundente por el Partido Nacionalista, obtuvo un escaño en el recién constituido Senado filipino.

A partir de entonces y junto al otro gran prócer nacionalista, Sergio Osmeña, Quezón monopolizó casi por completo la vida política del país apoyándose en la indiscutida hegemonía electoral de su partido y el beneplácito de los Estados Unidos, razón por la que fue acentuándose la rivalidad personal y política entre ambos dirigentes: en realidad, lo que estaba en juego era quién de los dos lideraría el proceso hacia la independencia de Filipinas; finalmente, la aprobación de la Ley Tydings-McDuffie (1934) significó el triunfo total de Quezón sobre Osmeña, aunque éste se aseguró seguir desempeñando un importante papel como su probable sucesor

En 1935 Quezón fue elegido presidente de la recién constituida Mancomunidad de Filipinas, cargo que ostentó hasta su muerte. Como primer dirigente de Filipinas, tuvo entre sus primeros objetivos la consolidación de las bases del Estado liberal, con reformas en materia legal, judicial o educativa; el lanzamiento de una cierta política social para contrarrestar el ascenso de las ideologías de izquierda; y el reforzamiento de la seguridad nacional mediante un plan de defensa conjunto con los mandos estadounidenses.

Con este último propósito fue destacado al archipiélago el general Douglas McArthur, quien se convirtió en el consejero de Quezón en asuntos militares ante el panorama amenazador de la expansión japonesa en el área de Extremo Oriente y el Pacífico Sur. Tras el ataque de Japón a las islas (diciembre de 1941), el presidente Quezón se mantuvo firme en su propósito de resistir al invasor y colaborar en todo momento con los Estados Unidos. Refugiado en la isla fortificada de Corregidor con las últimas tropas filipino-americanas, el 17 de marzo de 1942 recibió la orden de abandonarla junto a su gobierno y dirigirse a Australia para no caer en manos del enemigo.

En mayo de ese mismo año arribó a Estados Unidos con la misión de situarse al frente del gobierno filipino en el exilio, instalando su residencia oficial en el Hotel Shoreham de la capital estadounidense. En el período del exilio se agravaron sus diferencias con el vicepresidente Osmeña con motivo de la sucesión en el cargo presidencial, hasta el punto de hacerse necesario el arbitraje de una comisión ad hoc de funcionarios filipinos para decidir sobre la cuestión. Finalmente se llegó a una solución de compromiso en virtud de la cual Quezón continuaría ejerciendo el cargo hasta que concluyera la guerra y el país pudiera regresar a la normalidad constitucional.

Sin embargo, no llegó a darse este caso, ya que desde la llegada a América su delicado estado de salud no había hecho más que deteriorarse, obligándole a pasar largas temporadas en diversos sanatorios, en uno de los cuales falleció. En julio de 1946 sus restos mortales fueron devueltos a las Filipinas a bordo de un portaaviones norteamericano y a continuación se celebró un funeral solemne acorde a la categoría de un jefe de Estado

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(Bremen, 1858 - Ginebra, 1941) Historiador y político alemán, Premio Nobel de la Paz de 1927. Criado en una familia acomodada de Bremen, recibió una educación liberal y humanista que colocó los cimientos de sus posiciones ideológicas para el futuro.

Cursó estudios en las Universidades de Estrasburgo y Gotinga, instituciones académicas en las que ya perfiló sus aptitudes para la investigación histórica, y durante esta época, ingresó en un equipo universitario editorial responsable del análisis y la publicación de documentos históricos de la época medieval alemana. Mantuvo su colaboración hasta que en 1933, tras la llegada del régimen nazi al poder, fue apartado del cargo por razones estrictamente políticas.

En 1889 fundó la Revista Alemana de Ciencias Históricas (Deutsche Zeitschrift für Geschichtswissenschaft) y entre 1890 y 1892 fue miembro de la directiva del Instituto de Historia Prusiana en Roma. En 1894 fue protagonista de una agria polémica que trascendió los límites del ámbito académico, tras la publicación de un artículo sobre Calígula, el despótico emperador romano. Fue acusado de utilizar el texto para atacar al káiser Guillermo II, y aunque Quidde negó su intención de trazar analogías entre ambos emperadores, se convirtió en una figura hostil para el imperialismo alemán.

Sus primeras incursiones en el campo ideológico llegaron en 1895 cuando colaboró en la reorganización del Partido del Pueblo Alemán, una formación de marcado carácter antiimperialista y antimilitarista. Heredero de los fundamentos teóricos de la Ilustración y defensor del valor de la justicia como elemento generador de reformas sociales, en enero de 1896 fue acusado de alta traición y sentenciado a tres meses de reclusión en el penal Stadelheim de Múnich por sus planteamientos políticos.

Inició su carrera en la vida pública en 1902 como concejal en el Ayuntamiento de Múnich, después ocupó un escaño en la Asamblea de Baviera (1907-1919) y finalmente fue elegido diputado en el Parlamento Nacional (1919-1920). Su colaboración con los movimientos pacifistas nació a partir de 1892 de la mano de la Sociedad Pacifista Alemana (DF) y continuó en el Consejo de la Oficina Internacional de la Paz en Berna. En 1901 su compromiso con las tesis antimilitaristas fue muy celebrado en el Congreso Pacifista Mundial celebrado en Glasgow. También fue un participante destacado en los Foros Mundiales de Lucerna (1905) y Múnich (1907) y en 1914 asumió la presidencia de la Sociedad Pacifista Alemana, cargo que mantuvo hasta 1929.

Cuando estalló la I Guerra Mundial, Quidde acudió a La Haya con el objetivo de mantener los lazos de unión con los grupos pacifistas de Francia y el Reino Unido, enemigos de Alemania en la contienda y, a su regreso, fue acusado de traición. Aunque finalmente los cargos se retiraron, estuvo sometido a estrecha vigilancia durante meses y sus publicaciones fueron confiscadas. Finalizada la guerra, trabajó en la reconstrucción del movimiento pacifista germano y lideró la Liga Pacifista Alemana a la que se adscribieron más de veinte organizaciones.

Sus convicciones políticas le acarrearon nuevos problemas con la justicia en 1924 tras la publicación de un artículo en el que criticaba el renacimiento de las formaciones militares secretas en Alemania. Fue acusado de libelo y sentenciado a un mes de prisión. Su defensa de los valores pacifistas fue no obstante reconocida en 1927, cuando el Comité del Premio Nobel de la Paz le concedió su galardón anual

Tras la llegada de Hitler al poder en 1933, Quidde se trasladó a Múnich y de inmediato tomó el camino del exilio para instalarse en Ginebra, donde permaneció hasta su muerte. En esta última década de su vida continuó ligado a los movimientos pacifistas y promovió iniciativas de apoyo a los exiliados del régimen nazi

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