Pintor y dibujante alemán. Se formó bajo la influencia de W. von Schadow y se perfeccionó en el ámbito de los nazarenos. De su obra destaca el ciclo de frescos de la vida de Carlomagno (Ayuntamiento de Aquisgrán) y sus grabados Danza de la muerte
(Pezzinot, 1889 - Praga, 1929) Ajedrecista de origen húngaro. Reti ha sido de los más importantes innovadores que ha tenido el ajedrez. Fue uno de los creadores, con Breyer y Nimzowisch, de la escuela “hipermoderna”, que revolucionó las teorías ajedrecistas durante los años veinte del pasado siglo. Propugnaba, entre otras cosas, que para controlar el centro del tablero no era necesario que éste fuese ocupado por los peones y las piezas (teoría de Steinitz y de Tarrasch) sino que era suficiente controlarlo a distancia, mediante los peones de los flancos y el desarrollo de los alfiles en fiancheto.
En estas ideas se basa la apertura que lleva su nombre, la Apertura Reti, así como otras que surgieron en aquella época, como la Grünfeld, la India de Rey, India de Dama, Nimzo- India, etc. Reti expuso sus ideas en dos libros: Nuevas ideas en ajedrez y Los grandes maestros del tablero. Estas ideas fueron fundamentales en la evolución del ajedrez, pero es indudable que no eran la única “verdad”, como demostraron en aquella época, ante el tablero, Lasker y Alekhine
Como jugador de torneo, consiguió importantes éxitos durante la década de los veinte, pero no alcanzó el altísimo lugar que ocupa en la evolución y progreso de las ideas ajedrecistas, como pedagogo, y también como compositor de finales artísticos, faceta en la que ha sido uno de los mejores de todos los tiempos. Sus mayores éxitos en torneos fueron el primer puesto en Kaschau (1918), Gotemburgo (1920), Teplitz- Schönau (1922), Giessen (1928), y también, el segundo puesto en Mährisch- Ostrau (1923), tras Lasker, que fue primero
Aunque su estilo era eminentemente posicional, tendente a un desarrollo lógico de la partida, se le deben bellísimas partidas de ataque con sorprendentes sacrificios, como la que ganó a Euwe en 1920, en Amsterdam. Reti rompió la imbatibilidad de Capablanca, que desde 1916 hasta 1924 permaneció invicto (aunque, todo hay que decirlo, en varios de estos años no había disputado ninguna partida). Esta victoria ante el cubano, que se produjo en el torneo de Nueva York, de 1924, causó auténtica sensación en su tiempo, y fue la mejor publicidad posible de la entonces nueva Apertura Reti.