Político colombiano. Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de su barrio y continuó sus estudios de secundaria en el Seminario Conciliar de Medellín, pero debido a su pobreza extrema debió abandonar los estudios; se convirtió así en un ejemplar autodidacto de la ilustración colombiana del siglo XIX. Trabajó inicialmente como empleado de los juzgados de Medellín y acabó ocupando una plaza como Juez Superior.
Más tarde, su vasta y reconocida cultura le permitió ser nombrado profesor de Derecho romano, constitucional y economía política en la Universidad de Antioquia, claustro del que fue rector. Destacó también como ensayista y poeta. En esta faceta se le recuerda por su trabajo en prosa El tequendama y sus poemas Jorge Isaacs y Pedro Justo Berrio, publicados en La Miscelánea de Medellín
Fue designado gobernador del Departamento de Antioquia en 1908. Aunque combatió la revolución desde 1899 y la dictadura del general Rafael Reyes, terminó alistándose en la Guerra de los Mil Días como jefe del Estado Mayor de su paisano, el general Pedro Nel Ospina. Ingresó en el Congreso en 1909. Adalid de la Unión Republicana, que fundó y promovió entre 1909 y 1910, fue más liberal que conservador. Desde entonces se manifestó convencido de la imposibilidad de implantar en Colombia un sistema rígidamente bipartidista. El 15 de julio de 1910 la Asamblea del Partido Conservador lo eligió candidato a la Presidencia en competencia con José Vicente Concha -23 contra 15 votos-. Se posesionó del cargo el 7 de agosto de 1910, sucediendo al general conservador Ramón González Valencia.
Su programa y acción de gobierno cubrió todos los frentes. En el área social, estimuló la instrucción pública, primaria y secundaria; estableció la pensión de jubilación o retiro vitalicia para los maestros, a la vez que acometió un amplio programa de salud pública, luchando en particular contra la lepra y la anemia tropical. En el campo de la infraestructura del país estimuló especialmente la construcción de nuevos ferrocarriles, ya que decretó la construcción del ferrocarril de Nariño y terminó el ferrocarril de Antioquia.
Igualmente ambiciosa fue su acción en el terreno económico; apoyó y estimuló la industria manufacturera y la extracción del petróleo; sin embargo, tuvo menos suerte en la reorganización de la Hacienda Pública. En el campo político e institucional, acometió una reforma de la jurisdicción contenciosa administrativa, creó la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, desde entonces de composición bipartidista, ordenó la recopilación de leyes desde 1821 e inició la construcción del actual Capitolio Nacional, sede del Congreso de la República.
A raíz del conflicto limítrofe y la guerra con el Perú durante 1910 y 1911 -la que enfrentó con suma habilidad, dada la desventaja militar colombiana- estableció el servicio militar obligatorio a partir de enero de 1912. En el ámbito de la política internacional, firmó el Tratado de Urrutia-Thompson 1914, que puso fin a las reclamaciones colombianas motivadas por la intervención de los Estados Unidos en Panamá y que concluyeron con la separación del Istmo en 1903. Estuvo casi 15 años alejado de la política, hasta 1930 cuando, para combatir la hegemonía conservadora, apoyó fervientemente la candidatura del liberal Enrique Olaya Herrera (1930-1934) y su propuesta de un Gobierno de Concentración Nacional. En su administración ocupó el Ministerio de Gobierno. En 1934 fue designado Embajador ante la Santa Sede.
(Medellín, 1887 - Bogotá, 1965) Filólogo y jesuita colombiano. Ingresó en el Colegio Noviciado de María Inmaculada de Bogotá en 1903, siguió sus estudios en Burgos y en Oña (España) y se doctoró en Filosofía en el Colegio de San Ignacio en Valkenburg, Holanda (1911). Fundador y redactor de diversas revistas católicas, fue rector de Seminario de la Compañía de Jesús en Colombia (1931-1932), rector de la Pontificia Universidad Católica Javeriana (1941-1949) y director del Nuevo Instituto Caro y Cuervo. Representó a la Academia Colombiana de la Lengua en la reunión académica hispanoamericana celebrada en México, a iniciativa del presidente Miguel Alemán. También representó a su país como enviado extraordinario en Roma con motivo del Año Santo (1950) Entre sus obras filológicas y pedagógicas descuellan las tituladas El alma de las palabras y El castellano de los clásicos. Otros trabajos suyos son La libertad de enseñanza (1924); La ortografía en América (1936); España Mártir (1937); España Anárquica (1938); Corporativismo (1939); Respice Polum (1944). Su obra tiene mucho mayor interés filológico que literario