Cardiólogo estadounidense, premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1956 por el desarrollo de un método diagnóstico de las enfermedades del corazón, el cateterismo.Estudió en la Universidad de Yale y después sirvió en el ejército de los Estados Unidos como instructor en artillería. Después de la Primer Guerra Mundial, Richards estudió en la Universidad de Columbia, en la que ejerció como profesor, doctorándose en 1926.
Fue Director de la División Médica del Hospital Bellevue de la Universidad de Columbia desde 1945 a 1961, y asesor administrativo de Excombatientes de Nueva York. Trabajó en varios hospitales, pero fue en el Hospital Belleuve donde conoció a André-Frédéric Cournand, y junto a él perfeccionó el experimento de Werner Forssmann, un método de cateterización cardíaca que Forssmann inventó en 1926 y que consiste en introducir un catéter por una vena del codo derecho y desplazarlo hasta alcanzar el corazón
Desde el momento en que la cateterización del corazón se introdujo como método de diagnóstico médico, se han descubierto muchas comunicaciones anormales entre ambos lados del corazón, así como entre las principales arterias, pulmonar y la aorta; permite, además, determinar la presión sanguínea en los vasos y en las distintas partes del corazón, así como el volumen de sangre que es capaz de movilizar el corazón en cada latido.
Además, a través del catéter se pueden inyectar sustancias de contraste que, mediante una radiografía, permiten visualizar el lugar donde aparece el daño cardíaco. La importancia de esta técnica en el diagnóstico de las cardiopatías le valió a Richards el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1956, que compartió con los cardiólogos Werner Forssmann y André F. Cournand
(Caracas, 1889- id., 1954) Pintor venezolano. Su universo plasma las diversas tonalidades de la luz. Se suelen distinguir en su carrera tres grandes épocas: azul, blanca y sepia. Sus mejores obras pertenecen a la segunda época: Oleaje; Playas de Macuto; Playa y uvero; El playón; Macuto en oro; Marina; Autorretrato. Entre las obras de la segunda época destacan el grupo de obras de La Guaira y un famoso Desnudo (1945)