Actriz española. Hija de Rafael Rivelles y de María Fernanda Ladrón de Guevara. Debutó en el cine con Mari-Juana (A. Vidal, 1940). Fue la gran estrella del cine español de los años cuarenta (Malvaloca, L. Marquina, 1942; Eloísa está debajo de un almendro, R. Gil, 1943; La calle sin sol, R. Gil, 1948). A fines de los años cincuenta se trasladó a México, donde trabajó en el cine, en el teatro y en la televisión. De regreso en España, intervino en diversas películas (La madrastra, R. Gavaldón, 1974; Soldado de plomo, J. Sacristán, 1983; Esquilache, J. Molina, 1988; El día que nací yo, P. Olea, 1991; Mar de luna, M. Matji, 1995; Sombras y luces: Cien años de cine español, A. Giménez Rico, 1996) y en la televisión (Los gozos y las sombras, R. Moreno Alba, 1982). En 1996 recibió el premio Nacional de Teatro
(El Cabañal, 1897 - Madrid, 1971) Actor teatral y cinematográfico español. Hijo de los actores de teatro Amparo Guillén y Jaime Rivelles, a los quince años decidió seguir la profesión de sus padres, inicialmente con pequeños papeles. Actuó en el Teatro Eslava de Valencia, después se trasladó a Zaragoza, donde formó parte de la compañía de Francisco Morano y en 1915 se presentó en dicha ciudad con la pieza de Zorrilla Traidor, inconfeso y mártir.
Tras figurar en varias compañías más, entre ellas la de Rosario Pino, en 1922 contrajo matrimonio con la también actriz María Fernanda Ladrón de Guevara, a quien conoció en la compañía de Juan Bonafé e Irene Alba. Ambos crearon su propia empresa teatral con la que recorrieron triunfalmente los principales escenarios de España y Latinoamérica; fruto del matrimonio nació Amparo Rivelles, que siguió los pasos de sus padres en la escena
Entre sus principales estrenos teatrales figuraron El fantasma de Canterville de Oscar Wilde y Amparo, de J. Dicenta. Se separó de María Fernanda en 1934; fue en esa época cuando se sintió atraído por la novedosa industria cinematográfica, en la que ya había debutado en 1914 con el filme Prueba Trágica. En 1930 interpretó su primer papel en el cine sonoro de la mano de Benito Perojo en El embrujo de Sevilla, rodada en Francia para el público español.
Contratado por los estudios Metro Goldwyn Mayer se trasladó a Hollywood, donde trabajó en una serie de películas norteamericanas en versión hispana, entre ellas La mujer X (1931) y El proceso de Mary Dugan (1931), esta última junto a su esposa. Tras protagonizar Niebla (1932), de Benito Perojo, regresó a España ya convertido en un personaje popular y reclamado por los mejores directores españoles, lo que motivó su presencia en algunas de las películas emblemáticas de la época, como Nuestra Natacha (1936), de Benito Perojo, Carmen, la de Triana (1938), dirigida por Florián Rey y junto a Imperio Argentina, o Frente de Madrid (1939), de Edgar Neville, con la debutante Conchita Montes.
Como otros actores españoles, durante la Guerra Civil rodó varias películas en Alemania e Italia de carácter folclórico destinadas al entretenimiento en la zona nacionalista. En 1947 interpretó uno de sus personajes más recordados: el Don Quijote de la Mancha de Rafael Gil, considerado uno de los mejores de la historia, y en 1954 fue el Padre Superior en la famosa película Marcelino Pan y Vino, dirigida por Ladislao Vajda y protagonizada por el niño Pablito Calvo.
A pesar de sus éxitos en el cine, no abandonó el teatro: llegó a ser director y actor del Teatro Lara de Madrid, y en su madurez triunfó en la celebrada obra de Calvo Sotelo La muralla (1955) y con su última aparición en Es mejor en otoño, de Alfonso Paso. Además de las ya mencionadas, actuó en El hombre que se reía del amor (1933) y Goyescas (1942) de Benito Perojo, El café de la Marina (1933) de D. Pruna, y El señor de la Salle (1964)