Director de cine brasileño. Tras iniciar estudios de Derecho, carrera que no finaliza, entra muy joven en el mundo del teatro experimental, compaginando esta afición con el periodismo, actividad que desarrollará como crítico de cine en las páginas de periódicos como O Momento, Journal do Brasil, Folha de Sao Paulo y Diário de Notícias, y en revistas como Mapa en Angulo y Civilizaçao Brasileira
Su primer contacto cinematográfico lo tiene con apenas trece años, al participar en un programa radiofónico de una emisora de Bahía. A finales de los cincuenta coproduce un corto y dirige otro, O patio (1957-59). A partir de estos años tanto sus propios proyectos como su colaboración en otros le absorberán totalmente. Su postura crítica ante lo realizado en el cine brasileño se confirma en su famoso libro Revisión crítica al cine brasileño, texto que llega en un momento trascendental con la consolidación del Cinema Novo y que respaldará con un artículo posterior titulado Estética da fame (en un momento generacional en que se identifican las posturas brasileñas con las que se están produciendo en otros países: Nouvelle Vague, Free Cinema, Nuevo Cine Español, Nuevo Cine Alemán, etc.)
Su postura estética y creativa queda reflejada en su primera película importante Dios y el diablo en la tierra del sol (1964), en la que plantea una reflexión sobre el poder político y religioso a partir de la figura del Cangaçeiro, un bandolero que se aleja de la figura tradicional desarrollada por el cine brasileño. Su postura política -en contra del régimen de Castelo Branco- le hace pasar por la cárcel, hecho que condicionará su trabajo posterior. La represión, en cualquiera de sus manifestaciones, va a ser el eje central de películas como Terra em transe (1967) o Antonio das Mortes (1969). Mantuvo un exilio personal en Europa, dirigiendo varios proyectos en diversos países (España, Portugal, Francia)
Los resultados estéticos e ideológicos de su trabajo en Brasil le convirtieron en una figura imprescindible del cine de su país durante los sesenta, como defensor de una singular "estética del hambre y la violencia", contando con la cámara como herramienta que le permite plasmar sus idea agitadoras. Aunque sus películas dividieron la opinión de los espectadores y especialistas de todo el mundo, sus obras son pilares indiscutibles del Cinema Novo brasileño
(Jean-Baptiste de Vimeur, conde de Rochambeau; Vendôme, 1725-Thoré, 1807) Militar francés. Se distinguió en la guerra de los Siete Años y en la conquista de Menorca (1756), que era entonces posesión inglesa. Participó en las luchas por la independencia de EE UU (1781). Gobernador de Picardía, fue detenido durante la época del Terror