Literato y erudito español. Se doctoró en Derecho y se licenció en Filosofía y Letras; sucedió a Menéndez Pelayo en la dirección de la Biblioteca Nacional. Desde su juventud cultivó el periodismo bajo el seudónimo de "El bachiller Francisco de Osuna". Compuso madrigales y sonetos. Infatigable folklorista, recogió cuentos, cantares y refranes populares, con los que llenó numerosos volúmenes. Divulgó la obra de Espinosa, de Barahona de Soto, de Baltasar de Alcázar y de otros clásicos menores, de los que descubrió y publicó muchas composiciones hasta entonces inéditas y desconocida.
Pero su obra más estimada es sin duda la que resultó de su devota y minuciosa dedicación a Cervantes; sus ediciones del Quijote, profusamente anotadas, son valiosísimas; publicó asimismo más de un centenar de documentos relativos a este autor, descubiertos por él. El estilo de Rodríguez Marín es ameno y castizo, a menudo arcaizante; se trata de un escritor insobornablemente andaluz.
Entre sus obras cabe mencionar Madrigales (1901), Rinconete (1905), La ilustre fregona (1917), El casamiento engañoso (1918), Cantos populares españoles (5 vols. 1882-83), 12.000 refranes (1926), 12.600 refranes más (1930), El Loaysa de "El celoso extremeño" (1909 y 1917), etc. Fue académico de la Lengua, cuya institución presidía a su muerte
(Málaga, 1817-Madrid, 1890) Dramaturgo y político español. Fue diputado a Cortes y ministro de Ultramar (1868). Autor de Poesías andaluzas (1841), alcanzó sus mayores éxitos con sus comedias históricas (Isabel la Católica, 1843; Bandera negra, 1844; El Fénix de los ingenios, 1853), dramas románticos (Borrascas del corazón, 1847) y comedias de costumbres (El gran filón, 1874)