Escritor argentino. Estudió en Santiago del Estero, cultivó el periodismo, fue profesor de Literatura castellana y rector de la Universidad de Buenos Aires (1926-1930). Premio Nacional de Literatura y hombre de ideas liberales y democráticas, conoció la persecución política, que le valió una etapa de confinamiento, y representó como embajador a su país en Perú (1955).
Ricardo Rojas es uno de los más positivos valores literarios argentinos del siglo XIX; su sentido nacional, sus dotes de investigador, su temperamento moderno y su alma de artista hicieron de él un valor humano superior indudablemente al que se advierte a través de su variada e importante obra. Él mismo nos dice que comenzó a escribir versos a los trece años de edad: poeta de ecos románticos que se incorpora pronto al modernismo, se le deben libros de poemas (La victoria del hombre, 1903; Lises de blasón, 1913, y la recopilación de sus composiciones en Poesías, 1923).
Pero ya sus cuentos de El país de la selva (1907), sobre temas de su tierra natal, nos anuncian al poeta convertido en excelente prosista y narrador. Y esta elevación la intensifica a través de toda su obra, lo que se advierte esencialmente en la Historia de la literatura argentina, en su tragedia en cuatro actos titulada Ollantay y en su biografía novelada del general San Martín: El santo de la espada.
Sin embargo, merece singular atención su aspecto de ensayista, con distintas facetas, que pueden examinarse en trabajos como El alma española (1907), La restauración nacionalista (1909), Blasón de plata (1912), La argentinidad (1916), Los arquetipos (1922), Eurindia (1924), y sobre todo, El Cristo invisible (1928), muestra espléndida de su inquietud e insatisfacción religiosa. Otras obras teatrales suyas se titulan Elelín (1929), La casa colonial (1932), Retablo español (1938) y La salamandra (1944). En el campo de la biografía, reafirmó su personalidad con su libro El profeta de la pampa: vida de Sarmiento (1955). La influencia de Rojas en las nuevas generaciones argentinas es indudable y fecunda
(?, 1382-Alcalá de Henares, 1432) Eclesiástico y político castellano. Canónigo de Burgos y obispo de Astorga y de Palencia. Participó en las campañas contra los musulmanes como uno de los más fieles colaboradores de Fernando de Antequera, quien en 1412 lo nombró regente de las provincias del N de Castilla. En 1415, Benedicto XIII lo designó arzobispo de Toledo. Una vez muerto el rey Fernando, se puso al servicio de Juan II, al que desposó con María, hermana de los infantes de Aragón, en contra del parecer de la mayoría del Consejo