Político español. Alcalde de Zamora, al estallar la revuelta de los comuneros se decantó por los realistas, y fue enviado con tropas contra los insurrectos de Segovia. Ronquillo avanzó hacia Santa María de Nieves y Zamarramala, pero fue rápidamente derrotado por Bravo, Padilla y Zapata, y hubo de refugiarse en Arévalo. Auxiliado por las tropas mandadas por Alfonso de Fonseca, se dirigieron ambos a Medina de Campo, de donde también fueron rechazados. Fonseca y Ronquillo viajaron a Flandes para presentar sus quejas a Carlos I, quien les repuso en sus honores y cargos. Tras la batalla de Villalar, en la que fueron derrotados los comuneros, se le encargó el proceso contra el obispo Acuña y otros caudillos de la insurrección, a quienes mandó ejecutar (1526)
(Castillo de Possonière, Loir-et-Cher, 1524 - Saint-Cosme-en-l´Isle, 1585) Poeta francés. Tras pasar su niñez en su tierra natal, se incorporó a la corte en calidad de paje (1536). A raíz de un viaje a Alsacia, contrajo una enfermedad que le dejó casi completamente sordo y que le obligó a renunciar a la carrera de las armas (1542). A partir de entonces se dedicó a las letras. En Le Mans conoció a Jacques Peletier (1543), quien alentó su vocación, y en 1544 se instaló en París como secretario y protegido de Lazare de Baïf. Con Antoine de Baïf y Joachim du Bellay fundó el grupo poético La brigade.
Inspiró a Du Bellay el manifiesto Defensa e ilustración de la lengua francesa (1549), escrito contra la escuela de Marat, donde la nueva escuela propugnaba la imitación de los clásicos grecolatinos. Los cuatro libros de las Odas (1550-1552), con imitaciones de Píndaro y de Horacio, son su primera obra poética. Los amores (1552), de inspiración petrarquista, y la Continuación de los amores (1555-1556), en la que canta su amor por la pastora angevina Marie con un tono más personal, son importantes obras de transición, anteriores a sus dos libros de Himnos (1555, 1556), en los que aborda temas políticos, filosóficos y religiosos.
En 1556 se empezó a utilizar el nombre de Pléyade para designar al grupo poético que formaban él y sus seis compañeros. Nombrado capellán del rey Carlos IX, se identificó con la causa de la monarquía católica en lucha con los hugonotes, y desplegó sus dotes de polemista en una serie de Discursos (1562-1563).
El rey le propuso escribir un poema épico de tema nacional, pero el absoluto fracaso de los cuatro primeros cantos de La Franciada (1572) sólo contribuyó a su desprestigio, que aumentó con el advenimiento de Enrique III (1574), al ser sustituido por Philippe Desportes. Su último gran libro fue Los amores de Helena (1578), inspirado por Hélène de Surgères, dama de honor de Catalina de Médicis. Murió casi completamente olvidado