Ejecutiva española. Magdalena Salarich nació en Madrid en 1957, en el seno de una familia de clase media alta. Su vida profesional comenzó en el momento en que decidió, igual que su padre, ser ingeniera del Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI), en Madrid. El 1 de abril de 1979 comenzó a trabajar en la fábrica de Citroën en Vigo como jefa del departamento de información interior.
Apenas un mes después, el 12 de mayo, se casó y, a la vuelta de la luna de miel, los directivos de Citroën, que ya se habían fijado en aquella joven llena de aplomo y de ideas, la llamaron para realizar unas prácticas de dos meses en la central de la empresa, en París. Allí pasó algún tiempo en una fábrica de fundición, donde aprendió, in situ, cómo funcionaban paso a paso una factoría y un departamento de información interior.
Primeros años en Citroën
(Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo; Madrid, 1581- id., 1635) Escritor español. Estudió en Madrid y en Alcalá y se dedicó a la cosmografía (Tratado poético de la esfera) antes de consagrarse de forma exclusiva a la literatura a partir de 1603. En 1609 sufrió dos procesos, que le valieron el destierro. De vuelta a Madrid, llevó una vida sujeta a grandes estrecheces económicas y trató a los más célebres escritores del momento. Su obra se caracteriza por la sátira y la caricatura. Es autor de unas Rimas castellanas (1618) y de unos Triunfos de la beata sóror Juana de la Cruz (1621); no obstante, lo esencial de su obra literaria está constituido por sus novelas: La hija de Celestina (1612), El caballero puntual (1614 y 1619), Corrección de vicios (1615), El caballero perfecto (1620), La casa del placer honesto (1620), El subtil cordobés Pedro de Urdemalas (1620), Don Diego de Noche (1624), La estafeta del dios Momo (1627) y El curioso y sabio Alejandro (1634)