Escritor español en lengua vasca, uno de los principales fundadores de la narrativa vasca contemporánea. A mediados de los años sesenta comenzó a colaborar en la publicación semanal Zeruko Argia (actualmente, Argia), en la que pronto a pasó a firmar una sección fija que, bajo el epígrafe de "Gazte naiz" ("Soy joven"), empezó a difundir los nombres de algunos de los jóvenes escritores vascos que pronto habrían de constituir la denominada Generación del 64. Entre ellos, y además del propio Saizarbitoria, conviene recordar a Ibon Sarasola y José Luis Álvarez Enparantza (Txillardegi). También colaboró con el grupo de estudios sociológicos Gaur, dedicado también a las labores de rehabilitación de la cultura autóctona vasca. Fue elegido miembro correspondiente de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia)
Su obra novelística se enmarca en la nueva corriente seguida por jóvenes narradores vascos. Tras la publicación de las dos novelas de Txillardegi que inauguraron la ruptura con la narrativa vasca tradicional, Saizarbitoria dio a la imprenta Egunero hasten delako (Porque comienza cada día, 1969). Posteriormente publicó otras novelas: Ehun metro (Cien metros, de 1976) y Ene Jesus (¡Ay, Jesús!, de 1976). De ellas, sin duda la que mayor reconocimiento literario le reportó fue Ehun metro, que, además de convertirse en objeto de una versión cinematográfica, fue traducida no sólo al castellano, sino también al inglés y al italiano
En su condición de poeta, Ramón Saizarbitoria publicó el volumen de versos Poesia banatua (1969). Además, es autor de un ensayo sobre la historia de la economía de Occidente (1970), realizado con la colaboración con Ibon Sarasola y Arantxa Urretabizkaia, así como de los estudios sociológicos titulados Nacer en Guipúzcoa (1981) y Perinatalidad y prevención (1981). Otras obras suyas son Hamaika pauso (1995) y Bihotz bi gerrako kronikak (1996).
Científico disidente de la Unión Soviética (Moscú, 1921-1989). Siguió la carrera de Física, como su padre, y pronto demostró en ella un talento excepcional: a los 32 años ya era miembro de pleno derecho de la Academia de Ciencias, en reconocimiento por su trabajo en el desarrollo de las bases teóricas de la fusión nuclear y en la construcción de la primera bomba de hidrógeno de la URSS (1953). Sin embargo, aprovechando el clima de relativa apertura favorecido por la desestalinización que impulsó Jruschov, desde 1961 se enfrentó públicamente a la carrera de armamentos y al sistema político comunista.
Durante años criticó la represión política, la falta de libertades y las violaciones de los derechos humanos, al tiempo que luchaba por impulsar el desarme nuclear y una verdadera coexistencia pacífica internacional, y expresaba su deseo de que los sistemas capitalista y comunista convergieran hacia un modelo común de socialismo democrático (Progreso, coexistencia y libertad intelectual, 1968). Desde 1971 le acompañó en esta labor de denuncia su esposa, la activista de los derechos humanos Elena Bonner.
En 1979 ambos denunciaron como un abuso intolerable la invasión soviética de Afganistán e invitaron a la comunidad internacional a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú en señal de protesta. Como represalia, Sajarov fue desposeído de todos sus honores y confinado en la ciudad de Gorki; cuatro años más tarde Elena Bonner siguió el mismo destino.
No obstante, ya se habían convertido en un símbolo de la resistencia contra la dictadura soviética, desde que en 1976 le fuera concedido a Sajarov el Premio Nobel de la Paz. La llegada al poder de Gorbachov permitió que fueran liberados y rehabilitados en 1986. Sajarov fue elegido diputado y apoyó la política reformista de Gorbachov