Conde de Castilla (995-1017). Se rebeló contra su padre, el conde García Fernández, de quien heredó Castilla. La derrota de Peña Cervera (1000) frente a Almanzor agravó la delicada situación en que se encontraba el condado. Muerto Almanzor, Sancho pactó con los musulmanes para poder resolver los problemas internos e intervenir en los asuntos leoneses durante la minoridad de Alfonso V (1004). Apoyó a Sulayman al-Mustain, quien a cambio le entregó importantes fortalezas en el Duero. Sancho García hizo de Castilla una potencia respetada entre los reinos cristianos, y consolidó su posición merced a los matrimonios de su hijas con Sancho III el Mayor de Navarra y Berenguer Ramón I de Barcelona
(?, 1043-Huesca, 1094) Rey de Aragón (1063-1094) y de Navarra (1076-1094). Hijo y sucesor de Ramiro I de Aragón, durante su reinado se introdujo el rito romano en diversos monasterios bajo su jurisdicción (1071). Asesinado su primo Sancho IV de Navarra, fue reconocido rey en Pamplona (1076) con el nombre de Sancho V. Tomó Ayerbe, Graus (1083) y Monzón (1089), y logró hacerse pagar tributos por el rey musulmán de Huesca (1090). Para establecer relaciones cordiales con Castilla, ayudó a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas (1086) y en la defensa de Toledo (1090) y, finalmente, concertó un tratado de ayuda mutua con el Cid (1092). Completó el cerco de Huesca fortificando Abiego, Labata y Santa Eulalia la Mayor (1092), y en el verano de 1094 dispuso sus ejércitos frente a la ciudad, durante cuyo asedio murió