Rey de Persia (241-272). Hijo y sucesor de Ardacher I, prosiguió la lucha de su padre contra Roma, pero fue derrotado por Gordiano III (242), por lo que tuvo que abandonar Mesopotamia. Estableció una alianza con Filipo el Árabe (244), que le concedía el dominio de Mesopotamia y Armenia, de donde expulsó al rey Tirídates II (253). Conquistó y saqueó Antioquía (266), pero fue derrotado por Odenato, príncipe de Palmira
(?-379) Rey de Persia (c. 310-379). Hijo y sucesor de Ormuzd II, combatió a los kusana y contuvo una invasión de los hunos heftalitas. Luchó contra Constancio II, Juliano el Apóstata y Joviano, con quien firmó una paz por 30 años que le otorgaba Singara, Nisibis, las cinco provincias transtigritanas sometidas por Diocleciano, y Armenia