Rey de Hungría (1387-1437), de romanos (1411-1433) y de Bohemia (1419-1437) y emperador germánico (1433-1437). Hijo de Carlos IV, a pesar de su derrota en Nicópolis (1396) logró resistir el avance de los turcos. Con el fin de restablecer la unidad de la Iglesia, convocó el Concilio de Constanza (1414-1418), al cual invitó a Jan Hus, quien fue condenado a muerte. Ello ocasionó fuertes revueltas en Bohemia, sobre todo cuando Segismundo pretendió hacerse coronar allí (1419); los husitas rebeldes, al mando de Zizka, lo derrotaron en repetidas ocasiones. Decidió negociar con los husitas, citó a Prokop el Grande a las Cortes de Bratislava, que dividieron a los checos; ello permitió a Segismundo derrotar a los sectores más radicales (batalla de Lypany, 1434) y ser proclamado y reconocido rey de Bohemia (1436)
(Kozienice, 1467-Cracovia, 1548) Rey de Polonia (1506-1548). Llevó a cabo luchas contra Moscú, y en 1514 perdió Smolensk. En 1525 aceptó el juramento de fidelidad de Alberto de Honhenzollern-Ansbach como duque heredero de Prusia. Su gobierno inició el llamado «período dorado» de la República nobiliaria polaca