Dictador romano . Procedente de una familia patricia, Sila inició su carrera militar, diplomática y administrativa al servicio de Mario: combatió en Numidia (donde venció a Yugurta en el 105), la Galia, Capadocia (adonde fue como procónsul en el 96) e Italia (primero rechazando la invasión de los cimbrios y luego reprimiendo la guerra social del 91-89). Se fue erigiendo así en jefe del partido senatorial, que representaba las posturas conservadoras de la oligarquía nobiliaria. Y en el 88 fue elegido cónsul y puesto al mando del ejército enviado a Oriente para luchar contra la rebelión de Mitrídates.
El partido popular, representante de los caballeros y del pueblo romano, forzó su destitución en favor de Mario; y Sila respondió marchando sobre Roma con sus legiones para recuperar el poder. Tan pronto como regresó a Oriente, Mario volvió a hacerse con el control en la ciudad y desencadenó la represión contra los aristócratas que apoyaban a Sila.
Éste, destituido oficialmente, continuó al mando de las legiones de Oriente, convertidas en un ejército personal, con el que prosiguió la Guerra de Mitrídates (88-84). Sólo después de la victoria pudo regresar a Roma y expulsar a Mario del poder mediante una guerra civil (83-82), en la que los senatoriales masacraron a los marianos y a los pueblos que les apoyaban en Italia (samnitas y lucanos).
Se hizo conceder entonces poderes dictatoriales (82-81), con los que emprendió la depuración de sus enemigos y la reforma de la constitución romana (Leyes Cornelianas). Redujo los poderes de los tribunos de la plebe y reforzó los del Senado, al tiempo que reservaba las funciones judiciales para la clase senatorial en detrimento de los caballeros. Luego abandonó la dictadura, quedando como cónsul hasta que se retiró de la política en el 79
Escultor ateniense, activo a mediados del s. IV a.J.C. Discípulo de Lisipo, realizó numerosos retratos, tanto de personajes vivos como heroicos. A través de réplicas romanas se conocen sus retratos de Platón y de la poetisa Safo