Destacada ciclista española que, en 2001, logró su segundo Tour de Francia consecutivo (la Grande Boucle) y alcanzó la primera posición del ránking internacional. Joane Somarriba nació el 11 de agosto de 1972 en Sopelana, localidad situada en la comarca vizcaína de Uribe Kosta, pero se crió en Bilbao, porque su madre regentaba un restaurante de la costa vizcaína en Plentzia, pueblo situado a 35 kilómetros de la capital. Su padre, Bittor, marino de profesión, aprovechaba las largas temporadas que pasaba en tierra para andar en bicicleta, primero por Bermeo y después por Sopelana, y poco a poco fue inculcando su afición a sus tres hijas: Ainhoa, Joane e Iraide
Joane Somarriba en el Tour de 2001
Joane comenzó a montar en bicicleta a los ocho años, animada por su padre y por su hermana Ainhoa, inscrita ya en una escuela de ciclismo. Pronto empezó a ganar carreras de su categoría, y a los diez años, en una entrevista declaró que quería convertirse en ciclista profesional. A los trece años se proclamó campeona de Euskadi (1986) y, con catorce, campeona de España (1987). Una vez terminado el curso de orientación universitaria (COU), cambió ya por completo los estudios por el ciclismo
En 1991 ganó su primera Emakumen Bia, una de las carreras por etapas más prestigiosas de España, pero una hernia discal truncó su carrera ascendente. La intervención quirúrgica se complicó hasta extremos dramáticos, pues el bisturí tocó un centro nervioso y se le declaró una infección que le paralizó el cuerpo. No podía levantarse de la cama. El médico, sin rodeos, le dijo: «Toma pañuelos y llora, porque no vas a volver a montar en bicicleta». Ante la fatalidad, sus padres se la llevaron a la Clínica Universitaria de Pamplona, donde comenzó una lenta pero efectiva recuperación, tras permanecer durante más de tres meses con el tronco completamente escayolado.
Al cabo de un año de acudir diariamente a la consulta y al centro de rehabilitación, ya pudo volver casi a la normalidad, ayudada por su entonces novio, Ramontxu González Arrieta, en la actualidad ciclista profesional de Euskaltel, un buen escalador que ayudó a Miguel Induráin a ganar el Tour de 1995. Joane y Ramontxu contrajeron matrimonio el 27 de noviembre de 1999, después de ocho largos años de noviazgo
Con la supervisión de su novio, al que conoció entrenando por las carreteras del entorno cuando ambos eran aún muy jóvenes, empezó a ganar fondo a base de entrenamientos diarios de 180 kilómetros, a una media de 35 por hora, en largas sesiones que incluían algunos puertos del entorno. El entrenamiento dio sus frutos, de manera que en 1994 se proclamó de nuevo campeona de España en ruta. Corrió después el Tour de 1995 y quedó entre las treinta primeras
En 1996 disputó la prueba en línea y la contrarreloj individual en los Juegos Olímpicos de Atlanta. En el Giro de aquel año quedó en cuarta posición, pero aun así no obtuvo el reconocimiento de las autoridades deportivas españolas, que, por fin, en 1997, año en que destacó en la prueba en línea del Campeonato del Mundo, le concedieron una beca que no daba ni para cubrir los gastos mínimos. Por ello, cuando al año siguiente la llamaron desde Italia, no lo dudó ni un instante, a pesar del apego a su tierra y a su familia, y se marchó allí dispuesta a cumplir su sueño
Al principio las cosas no funcionaron según sus deseos. Le costó mucho adaptarse. Para colmo, su equipo, el famoso Alfa Lum, de cuya figura, Fabiana Luperini, Joane era gregaria, no pudo pagarle lo estipulado debido a una súbita crisis económica, por lo que la española tuvo que correr con todos los gastos de su propio bolsillo.
Fue una buena inversión, porque muy pronto se integró en la élite del ciclismo mundial femenino, gracias a la dirección técnica de William Dazzan, quien elaboró unos planes específicos de entrenamiento para la vizcaína. Aquel año, entre sesiones preparatorias y carreras, cubrió algo más de 20.000 kilómetros, muchísimos, superados sólo por las corredoras rusas, que suelen llegar hasta los 30.000
El Giro y el Tour
(Ermsleben, 1863 - Berlín, 1941) Economista, sociólogo e historiador alemán. Inclinado por Schmoller a los estudios históricos, que cultivó asimismo en Italia en la Universidad de Pisa, se graduó en 1888 en la capital de Alemania. Luego fue síndico de la Cámara de Comercio de Brena (1880-90), y en 1890 profesor de Economía en la Universidad de Breslau. Pasó después a Berlín (1906), donde enseñó primeramente en la Escuela Superior de Comercio y más tarde (1917) en la Universidad.
Partiendo de posiciones marxistas y lassallianas, evolucionó, tras una serie de estudios cada vez más profundos y amplios, hacia una actitud radical científica propia, un "positivismo idealista", doctrina que al principio sólo le ocasionó incomprensiones, ostracismos, acusaciones de fantasía excesiva y obstáculos en su aspiración a una cátedra. Luego, sin embargo, su obra de historiador del socialismo y del capitalismo le valió una extensa notoriedad, y su influencia fue aumentando a medida que iban sucediéndose las traducciones a varios idiomas de sus libros.
Entre éstos cabe mencionar singularmente El socialismo y el movimiento social en el siglo XIX (Sozialismus und soziale Bewegung im XIX. Jahrt., 1896) y El capitalismo moderno (1902-1908), su obra principal, en la que mejor aparecen reflejadas las facultades de intuición y el temperamento artístico de Werner Sombart, así como sus cualidades de historiador, economista y sociólogo.
Un carácter metodológico presenta el volumen Las tres economías políticas (Die drei Nationalökonomien, 1930). En El socialismo alemán (1934), en cambio, el autor adoptó una posición vivamente crítica respecto del marxismo, y afirmó la necesidad de la unión de las finalidades meramente económicas del sistema con objetivos y fuerzas de tipo espiritual. La tesis en cuestión provocó animadas polémicas y apreciaciones divergentes, ya en cuanto modificación de la actitud juvenil de Sombart o bien porque no aclaraba perfectamente la postura de éste ante el nacionalismo alemán; y así, el autor se vio acusado de excesivo fervor nacionalista por unos, en tanto otros le juzgaban frío en este aspecto.
Entre las restantes obras de Sombart cabe mencionar El burgués (Der Bourgeois, 1913), Los judíos y la vida económica (Die Juden und das Wirtschaftsleben, 1911) y El futuro del capitalismo (Die Zukunft des Kapitalismus, 1932)